Capítulo 00: Capítulo 00 (600-1200p)

Pensándolo en retrospectiva, nunca estuve allí para cuando más me necesitaron.

Cuando mi esposa me llamaba furiosa porque nuestro hijo estaba con fiebre, siempre respondí que estaba ocupado con el trabajo y que no podía contestarle. En mi mente, un simple resfriado para un niño de 2 años no era algo grave. En cualquier caso, le encargaba a mi secretaria que pidiera turno con un médico de alto nivel y le encargaba a mi esposa que llevara a nuestro hijo con el médico y luego me avisara.

Aunque la realidad era que no quería hablar con mi esposa.

No le he prestado mucha atención desde que nació nuestro hijo y ella claramente esta enfadada por ello. Pero no podía evitarlo. Tengo que trabajar para traer dinero a casa. No quiero discutir, así que prefiero evitarla.

Lo mismo ocurría con mis padres ancianos.

Mis padres estaban viejos y necesitaban ayuda, así que les pague a varias enfermeras para que se encargaran de ayudarlos en el día a día. Trabaje duro con horas extras para poder pagar a las enfermeras, así que regresaba completamente agotado. A veces estaba tan cansado que simplemente no les respondía las llamadas a mis padres.

Así era mi vida.

Siempre pensé que el esfuerzo y el trabajo de un hombre es lo principal para sostener una familia y permitirle una buena vida a tus hijos y nietos.

Así fue como mi padre me enseño.

El esfuerzo duro sembrara las bases para que tu hijo pueda crecer sano y saludable, es lo que siempre mi padre me decía.

Esas palabras me conmovieron.

Nada era gratis en este mundo, todo requería dinero. Dinero para el médico, pediatra, dinero para enviar a mi hijo a la mejor escuela, dinero para arreglar la casa, para comer, para las enfermeras que cuidan a mis padres. Todo requería dinero, absolutamente todo.

Es por ello que daba todo de mi en mi trabajo.

Pensé que estaba haciendo lo correcto.

Pero…

No fue hasta cumplir mis 45 años que dos golpes sacudieron todo mi ser.

El primero fue el descubrimiento de infidelidad de mi esposa.

Eso me rompió el corazón, no podía entenderlo porque ella lo había hecho. ¿Por qué me traiciono? ¿Qué estaba mal? ¿Acaso yo no lo había dado todo para que ella y nuestro hijo pudieran vivir cómodamente en una linda casa y gozar de un buen ingreso gracias a mis incansables días de insomnio por el trabajo estresante?

¿Qué hice mal?

¿Cuál fue mi error? 

No lo entendía.

Pero ya nada importaba, esa misma semana nos terminamos divorciando luego de 12 años de casados.

Estuve tan arruinado aquellos días que por primera vez falte varios días al trabajo y casi termino siendo despedido por ausencia.

Al cabo de un año logre recuperarme un poco.

Mi esposa junto con nuestro hijo se regresó a vivir con sus padres en la provincia del sur del país.

Proteste ante esta decisión de mi esposa de llevarse tan lejos a nuestro hijo, pero el juez a cargo no me escucho de ninguna manera y favoreció la decisión de mi esposa.

No me quedaba más opción que apretar mis dientes con enojo.

Volví al trabajo, y tras tantas desgracias, finalmente logré un ascenso.

Me convertí en alto gerente de la empresa.

Mi corazón se aceleró ante el anuncio, era algo por lo que había trabajado todo este tiempo, una promoción a un cargo superior, debería de estar sonriendo de la emoción, pero lejos de eso, me sentía frio y solo.

Cuando regrese a mi departamento y me quite mi trabaje y mis zapatos para derrumbarse agotado sobre la cama, mi teléfono comenzó a sonar.

Era una llamada.

Pensé en ignorarlo, pero al creer que podía ser mi ex esposa para decirme algo sobre el niño, me levanté de un salto y corrí a recoger el teléfono inteligente para contestar.

Fue allí cuando recibí el ‘segundo golpe’.

La llamara venia desde el asilo en donde estaban mis padres.

El anuncio era simple y con pocas palabras, pero esas pocas palabras que escuche desde el otro lado de la bocina hicieron que todo mi cuerpo se estremeciera y mi mente quedara completamente en blanco.

“Señor? Hola, hola, ¿me escucha? ¿Se ha cortado la llamada?”

La vos del otro lado de la llamada pregunto ante el completo silencio.

No podía moverme.

Mi cuerpo simplemente quedo petrificado en el lugar.

Mis…

Mis padres… habían fallecido.

***

Desde ese día, o quizás mucho más antes, mi vida se fue en picada hacia abajo.

Mis padres fallecieron en el asilo y yo no pude decirle cuanto los amaba. Simplemente me dedique a llorar en el día del entierro.

Varios miembros lejanos de la familia que conocían a mis padres, llegaron desde lejos al entierro.

Una anciana encorvada que era la hermana de mi madre llego al funeral acompañada de sus hijos y nietos.

Ella derramo lagrimas ante el cajón.

Luego del entierro, cuando todos se estaban yendo, la hermana de mi madre se me acerco sosteniéndose de un bastón y entonces… 

…

…… ella me reprendió.

Me reprendió duramente por no haber ido casi nunca a visitar a mis padres al asilo.

Ella parecía estar en contacto por llamadas con mi madre y parecía saber de mí.

Sabia sobre mi divorcio, sobre que tuve un hijo y que mi ex esposa se llevó lejos a nadie esto hijo.

Pero ella también sabía que yo nunca iba a visitar a mis padres en el asilo por estar siempre ocupado con el trabajo.

Enojada, me reprendió duramente y cuando su cuerpo se tambaleo del enojo, sus hijos corrieron a ayudarla y se la llevaron.

Me quede en el lugar sin moverme, viendo como todos se iban.

Mis manos temblaron mientras mis ojos se mostraron vacíos de emociónes.

Ojos sin vida y sin esperanzas.

Al final, me senté bajo un árbol cercano y me quedé observando el cielo celeste hasta que se hizo la noche.

Muchas cosas pasaron por mi cabeza mientras miraba el nocturno cielo estrellado.

*Ding*

De repente una notificación sonó en mi teléfono inteligente.

Lo saqué desde mi bolsillo, y vi que tenía varios mensajes del trabajo. 

No quería saber nada del trabajo, así que hice a un lado los mensajes uno tras otro hasta que me detuve en un extraño mensaje.

¿Hmm? ¿Qué es esto?

El mensaje era de un numero desconocido que no tenía agendado.

“…Que extraño. ¿Sera spam?” me pregunté.

Abrí el mensaje y unas palabras aparecieron en mi pantalla.

[¿Te gustaría tener una segunda oportunidad?]

¿Qué diablos?

Fruncí el ceño molesto, este tipo de spam me resulto increíblemente molesto en estos momentos. Un sentimiento de enojo surgió escondido surgió desde mi interior, y presione con fuerza la pantalla táctil para denunciar el numero desconocido y bloquearlo.

Maldito hijo de puta.

¿Segunda oportunidad de qué? ¿Segunda vida?

¡Déjate de joder, maldición!

Dejé escapar un pesado suspiro para tranquilizar mi cabeza y volví a pensar en mis padres.

No podía evitar recordar aquellos años de mi infancia cuando todo parecía ser más brillante.

Se me empañaba los ojos al recordar mi niñes y como mi madre sonreía y jugaba con un pequeño, riéndose mientras el niño saltaba.

Quisiera volver a esa época.

Quisiera volver a esa época en donde era un niño ingenuo, despreocupado y vivía alegremente junto a mis padres.

Si, eso es….

Sonreí con lágrimas en los ojos.

… Quisiera tener una segunda oportunidad de rehacer mi vida.

Quisiera reiniciarlo todo y volver a empezar desde el principio.

Lentamente fui sintiendo sueño y comencé a cerrar mis ojos.

Quería olvidarlo todo.

Cuando mi conciencia fue sumergiéndose en la oscuridad, lo último que alcance a sentir fue la vibración de mi teléfono inteligente.

…

[… Procesando…]

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