Prólogo

The Abomination System

 

Los inmortales.

Seres antiguos que alguna vez existieron en el mundo, pero que un día simplemente desaparecieron sin dejar rastro. Luego, con el pasar de los años, dichos seres fueron descritos como antiguos mitos o leyendas. Dioses del pasado, en resumen.

El ultimo rastro que se había descubierto de un inmortal fue hace 300 años, en unas antiguas ruinas las cuales supuestamente había sido construidas por un inmortal del pasado. Cuando en ese entonces se descubrieron estas ruinas, el mundo entero entro en un estado de caos y locura total. ¡Eran ruinas de un antiguo inmortal! ¡Un dios del pasado!

Miles, sino cientos de miles de aventureros y magos se adentraron en las ruinas abandonadas en busca de tesoros y otros, creían que allí podrían encontrar la fórmula perdida para convertirse en un inmortal. La locura desatada por la ambición, codicia y deseos de esa vez, provoco una violenta lucha que se llevó la vida de cientos de magos y miles de aventureros.

Al final, ese día fue recordado como una tragedia por la enorme cantidad de vidas que se perdieron.

Nunca se supo si realmente era una tumba de un inmortal o si se encontró algún tesoro.

El tiempo siguió su curso, y así el mundo volvió a la calma.

O eso creía hasta hoy.

"¡Un inmortal! ¡Ha aparecido las ruinas de un inmortal!"

A primera hora un rumor que venía desde la parte más céntrica del continente, comenzó a circular y a trasmitirse de ciudad en ciudad por todo el mundo.

Se acaba de descubrir las ruinas de un inmortal.

La noticia que al inicio se intentó censurar por las autoridades del país céntrico en donde se descubrieron las ruinas, no pudieron ser bloqueadas y se esparcieron como un incendio en un bosque seco. El temblor de la noticia se hizo sentir en todas partes.

Igual a lo sucedido aquel día hace 300 años, el caos y la locura se desato en todas partes.

"¡Ni sueñes con robarme mis tesoros, hijo de puta! ¡Te asesinare!"

"¿¡Tus tesoros!? ¡Jajaja! ¿Desde cuándo son tuyos? ¡Si ahí tesoros allí, obviamente son de quien los encuentra!"

"¡Deprisa! ¡No podemos dejar que otros entren a explorar las ruinas primeras que nosotros, el Clan Salamandra!"

"¡Salamandra mis bolas, el gremio aventurero ya ha emitido una orden de misión clase S y ha ordenado despachar sus fuerzas!"

"¡Noticias, noticias! ¡Se dice que los altos magos del imperio ya están volando hacia el lugar!"

Y así, una carrera contra el tiempo empezó.

~~~

Tres semanas más tarde, llegue yo al lugar.

Las famosas ruinas descubiertas se habían convertido en un completo desastre, manchas de sangre y peleas por todas partes, cuerpos muertos tirados por el suelo y sonido de lucha y explosiones aún se podían escuchar a lo lejos. Las ruinas habían sido arrasadas como si hubiera habido una estampida de bestias furiosas, pero no fueron bestias, fueron humanos.

La cantidad de muertos no se podía calcular con facilidad, incluso había rumores de que hasta veinte de los cien altos magos que vinieron desde el imperio perdieron la vida en estas ruinas.

Y allí estaba yo, un simple mago de baja categoría rebuscando entre la basura para ver si encontraba algo de valor.

Con mi espalda adolorida debido a mi avanzada edad, camine con un bastón mientras hacía a un lado la maleza y los pedazos de cuerpo que de vez en cuando me encontraba. Mantuve mi mirada en el suelo, mientras buscaba algún pentagrama o alguna señal antigua que me diera pistas de algún posible tesoro. Ya habían pasado tres semanas desde que se descubrieron las tuinas y se inició una búsqueda desenfrenada, así que, si había un tesoro dejado por un inmortal en estas ruinas, entonces era muy probable que ya hubiera sido robado por otra persona. Pero aun así mantuve una ligera esperanza y continue buscando por el lugar.

Debido a que el caos todavía no había acabado, ya que aún se podía escuchar sonidos de fuertes peleas a lo lejos y explosiones, me mantuve buscando lejos del centro de las ruinas. No me gustaría encontrarme con alguien poderoso en mi búsqueda, así que me moví en zonas que ya fueron explorados de cabezas a pies por el resto.

Ahh, supongo que realmente no encontrare nada aquí.

Pensé mientras dejé escapar un suspiro agotado.

Me estaba preparando para volver cuando escuché el sonido de una explosión en el aire, sorprendido me gire y observe que un mago se dirigía volando hacia la zona en donde yo me encontraba. Asustado, tiré mi bastón y quise esconderme detrás de la maleza, pero para mí mala suerte, el mago que iba a pasar por encima de esta zona me vio esconderme y se detuvo en el aire.

"¿Hmm? ¿Un anciano?"

El mago mostro una expresión de sorpresa al verme.

Yo, por mi parte, sentí que la piel se me helaba.

¡…!

Mi rostro estaba completamente pálido al ver la vestimenta que vestía el mago.

Era la vestimenta del imperio.

Por casualidad… ¡Me tope con un alto mago enviado por el imperio!

Sentí que la sangre de todo mi viejo cuerpo se enfriaba al instante mientras que mis piernas temblaban del miedo.

El imperio había enviado a 50 altos magos.

Los altos magos eran los pilares de este mundo.

Los seres más poderosos existentes.

Y yo… me tope con uno.

Mi suerte era la peor de todas.

Comencé a lamentar haber venido a estas ruinas.

Quería llorar y gritarme a mí mismo.

¡Este lugar claramente no era para un viejo mago de bajo nivel como tú! ¿¡Qué diablos pensabas cuando decidiste venir!?

Supuse que podría toparme con peligro, pero pensé que tras tres semanas las figuras más poderosas habrían abandonado esta región.

El alto mago imperial que estaba sorprendido por verme, me miro de arriba abajo mientras yo me quede petrificado, orando en mi interior para que este alto mago decidiera no hacerme nada ya que era un simple viejo. Quizás a sus ojos no sea digno de ensuciarse las manos con un viejo y de ese modo logre sobrevivir. Ore para que resultase de ese modo.

Pero cuando los bordes del labio del mago imperial se levantaron formando una ligera sonrisa siniestra, supe que tuve la peor de todas las suertes. No dude en usar todo el maná en mi cuerpo para pegar un salto y huir con todas mis fuerzas lo más lejos que pudiera.

"Oía, oía, te mueves bastante rápido para tus huesos viejos, eh."

El alto mago imperial se rio al mismo tiempo que piso el aire, y en un simple parpadeo, mi cuerpo se dobló y sentí un intenso dolor en mi brazo. La sangre salpico el suelo y cuando tome conciencia de lo sucedido, mi brazo izquierdo ya no estaba. Solo quedaba un muñón cortado que goteaba sangre a chorros. Debido a que todo fue tan rápido, mi cuerpo parecía tardar en reaccionar a la pérdida de un brazo.

Me quede con los ojos abierto como platos al ver el muñón desgarrado.

"¿Estas buscando esto?"

Gire rígidamente mi rostro y allí estaba el alto mago imperial, a unos cinco metros sosteniendo con las puntas de sus dedos un familiar brazo cortado.

El alto mago imperial parecía divertirse con la expresión en mi rostro.

Lo siguiente que supe, fue que el alto mago imperial volvió a desaparecer de mi vista. Ni siquiera pude notarlo cuando se movió, esta era la diferencia abismal entre un simple mago de baja categoría y un alto mago imperial. Una diferencia casi similar a la de un niño y un adulto, pero a diferencia de mi edad verdadera del día a día, esta vez yo era el niño mientras que el alto mago era el adulto.

Supongo que fue iluso creer que siquiera podría huir, ¿cierto?

De repente un golpe impacto en mi estómago y mi cuerpo fue enviad a volar como una marioneta con las cuerdas rotas. Me estrellé contra un mural que permanecía intacto entre los escombros de la ruina y la atravesé, provocando una explosión de polvo y rocas en el lugar.

Tan solo basto una simple patada de un alto mago para dejarme casi muerto.

Sentí dolor en todo mi cuerpo que quedo enterrado bajo las rocas y los escombros. Desde mi garganta escupí sangre y no me sorprendería si con ello, también escupí partes de mis intestinos[a1] .

**[a2] 

"Vaya, ¿Todavía no mueres?"

El alto mago imperial se froto la barbilla mientras miro a los escombros y sintió que aún había una débil señal de vida.

Su pie dio un paso adelante, y comenzó a caminar hacia los escombros.

El alto mago imperial tenía la intención de acabar su trabajo.

"Esta vez te arrancare esa vieja cabeza, así me asegurare de que…" pero antes de que el alto mago terminada de hablar, su cuerpo se detuvo y giro su mirada hacia el norte. En esa dirección, a lo lejos, el alto mago sintió una distorsión en el maná. Una alteración violenta de la energía. ¿Qué es eso? El alto mago se olvidó del anciano y se alzó suspendido en el aire, mirando con un claro ceño fruncido.

"…Una fuerte alteración en el maná… ¿Eh? ¡Espera un momento!"

El alto mago guardo silencio unos segundos mientras agudizo su percepción al máximo en esa dirección y finalmente, sintió y supo lo que era…

"¡¡¡Un tesoro!!! ¡¡Esos bastardos realmente encontraron un tesoro!!"

Todo el cuerpo del alto mago tembló de emoción y éxtasis.

Giro su mirada hacia los escombros abajo, pero rápidamente chasqueo los dientes y disparo volando hacia la dirección de la alteración de maná. Podía sentir que otras grandes potencias que aún quedaban en las ruinas, también se habían percatado de la alteración del maná, así que tenía que darse prisa o podrían quitarle el tesoro.

¡¡Ese tesoro es mío!!

 

**

El alto mago imperial se marchó.

Suspire de alivio en mi mente, pero, aun así, no podía moverme, todo mi cuerpo dolía y la sangre parecía escurrirse por mis heridas y por el muñón de mi brazo arrancado. Mi respiración estaba rígida y apenas estaba vivo. Podría decir que mi vida pendía de un hilo. Mis ojos perdían fuerza y quería cerrar mis pestañas, pero aprete mis dientes y me negué a cerrar los ojos.

Si cierro mis ojos, supe que no podría volver a abrirlos nunca más.

Aun no quiero morir.

Me resistí y me arrastré lentamente fuera de los escombros. Con la única mano que me quedaba, empujé los escombros que tenía encima y los hice a un lado. Luego moví un pedazo de roca que estaba encima de mi pierna, y estuve a punto de tirarlo a un costado si no fuese porque noté algo peculiar.

Había un pequeño dibujo en ese pedazo de roca que me llamo la atención.

Acerque el pedazo de roca a mi rostro para verlo mejor y entonces…

…Esto es……Ja

Jajajaja

Debo estar soñando, ¿cierto?

Me reí con mi boca cubierta de sangre y mi vista borrosa.

Creí que estaba muerto cuando me topé con ese alto mago imperial, pero ahora resulta que… ¿yo encontré el tesoro?

Sentía ganas de reírme como loco.

Termine de hacer a un lado el resto de escombros y me levante tambaleante para alejarme del lugar.

Ese alto mago podría regresar en cualquier momento, sería mejor que no estuviera cerca cuando volviera.

Caminé unos veinte minutos y finalmente me senté en el suelo para descansar.

Rompí parte de mi ropa para hacer un muñón a la parte de mi brazo que falta con el fin de intentar parar el desangrado.

Recogí desde mi bolsillo el pedazo de roca con el pequeño dibujo y lo miré más detenidamente.

…No hay duda. Esto es un pentagrama mágico.

Y parece que aún se puede activar.

Pensé mientras comencé a reunir el poco maná que me quedaba en mi mano, para transferirle el maná al pentagrama. Luego de uno segundos, el pentagrama comenzó a emitir una ligera luz dorada y una extraña energía comenzó a salir de la roca. La energía me envolvió y sentí que perdí la sensación de orientación y gravedad. Mi vista se tiño de negro y al siguiente segundo, volví a sentir el suelo bajo mis pies.

Pero esta vez no era el antiguo piso rocoso destruido de las ruinas, sino que era un suelo suave, limpio y duro.

Alcé mi mirada y me sorprendí al ver enfrente

 

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 [a1]

 [a2]A partir de aquí esta narrado en 3ra persona

2040p

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 [a1]

 [a2]A partir de aquí esta narrado en 3ra persona

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Prólogo

The Abomination System

 

Todo es tú culpa.

 

Lo perdí todo por tú culpa.

 

Mi maestro.

 

Mis amigos.

 

¡¡Todos murieron por tú culpa!!

 

Aprete mis dientes hasta el punto de casi sangrar mis encías mientras mis manos temblaban al sostener un libro grueso de tapa negra con bordes plateados. El libro no tenía título, ni inscripciones. A primera vista parecería un libro normal, de esos que fácilmente se conseguía en una librería si no fuese porque este libro era…

…Un grimorio inmortal.

No importa cuando lo destrozases, cuantas hojas le arrancaras o cuanto lo ensuciaras, el grimorio volvía a su estado natural limpio e intacto. Ya había olvidado la cantidad de veces que lo destruí en un desenfreno de mi ira descontrolada, pero todos mis intentos eran un fracaso.

130p