Capítulo 01
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¿Quién soy?
Esa fue la primera pregunta que surgió en mi mente al momento de despertar.
Me encontraba en un lugar oscuro.
Vacío e infinito.
Flotaba allí como si estuviese en el espacio exterior, flotando sin rumbo ni destino, simplemente existía allí como una burbuja de conciencia.
Por momento dude sobre mi propia existencia física.
No podía sentir nada.
No sentía mi cuerpo, ni mis oídos, ni mi olfato y ni siquiera podía saber si mi vista estaba funcionando ya que todo a mi alrededor era un mar de oscuridad y abismo.
¿Acaso este es el infierno?
Me pregunté.
Tampoco podía recordar quien era.
¿Cuál era mi nombre? ¿Quién soy yo? ¿Cómo viví y como llegué a este lugar?
Decenas de preguntas inundaron mi cabeza.
Quería saber.
¡Quiero saber quién soy!
¡Por favor!
La angustia y la ansiedad inundaba mi pequeña existencia.
La desesperación se hizo presente.
Pero lo soporte.
¡Calma, debo calmarme! ¡No es momento de alterarme!
¡Tengo que pensar!
¡Tengo que encontrar una forma de salir de aquí!
Comencé a explorar y a estrujar mi cerebro buscando cualquier pista que me diera una idea de donde estaba.
Poco a poco, comencé a notar algo.
Había una parte de mi conciencia la cual, estaba borrosa y nebulosa.
Esa parte parecía abrirse paso hacia una profundidad más allá de donde yo podía ver.
¿Qué es eso?
Lentamente, me moví hacia esa parte, y lentamente comencé a introducirme dentro de ese abismo en la parte mas profunda de mi conciencia. Entonces lo vi…
Vi decenas de pequeñas partículas de luz que flotaban dentro de ese mar de neblina brumosa.
Esas pequeñas luces hermosas y brillantes, pululaban como pequeñas luciérnagas mientras se movían de un lado al otro, y a veces se quedan quietas mientras que otras veces actuaban con violencia.
¿Qué son esas cosas?
Me pregunté.
Extendí mi mente para tocar una de esas pequeñas luces y entonces…
¡Aghhh!!
Fui golpeado por un violento dolor que estremeció todos mis pensamientos.
El dolor fue como un shock de electricidad corriendo por todo mi cuerpo.
Solté un grito de dolor.
Pero al mismo tiempo, un recuerdo llego a mi cerebro.
Vi una imagen.
La imagen era de un hombre moribundo que estaba desangrándose en la terraza de un viejo edificio.
El hombre tenia una apariencia guapa y elegante, a primera vista podría ser confundido con un actor de Hollywood.
Pero el hombre, con su respiración entrecortaba escupió sangre de su boca.
En su cuerpo tenia docenas de agujeros de balas por el cual la sangre carmesí se derramaba como una fuente de agua y formaba un charco rojo bajo su cuerpo.
El hombre moribundo y al borde de su muerte, estaba lleno de arrepentimientos.
Odiaba la vida que le toco.
Odiaba jamás haber tenido familia.
Odiaba a esas personas que lo usaron.
Odiaba al mundo injusto y cruel en el cual había nacido.
Pero más que nada… el hombre se odiaba a sí mismo.
Odiaba las vidas que había arrebatado.
Y ahora, al hombre le había llegado su hora.
El hombre en el recuerdo, como último esfuerzo e intento de rebeldía para con la muerte, saco el ultimo cigarro que le quedaba desde su bolsillo y se lo coloco en la boca.
"Al menos déjame terminar este último cigarrillo" murmulló el hombre mientras inhalaba el humo en sus pulmones.
Los segundos pasaron y el cigarrillo se consumió lentamente mientras lo sostenía entre sus dedos.
El hombre disfruto cada bocanada como si fuese la ultima vez que podría hacerlo.
Luego, desde la terraza en donde el hombre estaba muriéndose, se escucharon unos pasos.
La puerta de la terraza se abrió de golpe y unos hombres que vestían extraños uniformes completamente oscuros que parecía combinarse con la oscuridad de la noche, ingresaron a la terraza y se pararon delante del hombre moribundo.
"Así que… vinieron a terminarme eh…"
Río el hombre moribundo, tosiendo sangre desde sus labios.
Pero su comentario solo recibió silencio.
Los intrusos no respondieron en absoluto, y el hombre moribundo vio como los ojos de estos tipos eran ojos muertos.
Ojos vacíos de emociones.
Ojos de marionetas.
Ojos de máquinas programadas para matar.
El hombre sonrió con tristeza, esos ojos de estos tipos eran los mismos ojos que él tenia hasta hace dos meses.
"…"
A lo lejos del edificio, mientras el viento de la noche soplaba y el contador de la hora llego a las 12 de la noche.
Comenzaron a escucharse sonidos de explosiones.
El hombre moribundo y esas marionetas humanas voltearon para ver una explosión colorida en el cielo.
Luego le siguió otra explosión de colores.
Eran fuegos artificiales.
Allí, el hombre moribundo recordó que era año nuevo.
Moriría en año nuevo.
Jejeje
El hombre volvió a reír por ultima vez mientras sus dedos fueron perdiendo fuerza y la cerilla cayo en el charco de sangre, el fuego de la cerilla se extinguí con un ligero siseo crepitante.
Su cuerpo se debilito y su conciencia se fue apagando.
El hombre moribundo solo sintió frio.
El frio lo envolvía.
Su alma intentaba resistirse, él no quería morir todavía.
Sabia que había cometido miles de pecados, que había matado a miles de vidas inocentes.
Sabia que era culpable y que merecía una muerte incluso mas trágica y con más dolor de la que estaba viviendo, pero, aun así, el hombre moribundo deseaba una segunda oportunidad.
Si tan solo… no hubiera nacido como un huérfano y no hubiera estado en el orfanato aquel día… entonces quizás, mi vida hubiera sido muy distinta.
Pensó, mientras sus parpados se cerraron.
Y los hombres de vestido negro que lo vieron morir, desenvainaron unas cuchillas y con un rápido movimiento, la cabeza del hombre moribundo muerto rodo por el suelo…
… Así el hombre murió completamente.
950p
esta bastante bueno, no debo descartarlos.
ResponderBorrarAunque el final de este capitulo parece inconcluso, tenemos una parte donde el ama se despierta y luego ve el recuerdo, de como murio, pero se ve algo inconcluso, creo que luego de ese recuerdo de muerte, el capitulo deberia continuar.