Capítulo 04 – Capítulo 04
Philip mentiría si dijera que no tenía hambre. Lo único que había comido en todo el día era un desayuno ligero antes de ir al colegio, pero dicho desayuno fue vomitado cuando Brad lo arrincono y le golpeo el estómago, haciéndolo vomitar en el suelo.
Así que se podría decir que su estómago estaba vacío, y su cuerpo comenzaba a sentirse débil debido al hambre.
Mirando las uvas blancas, Philip por un momento tuvo el deseo de comérselas, pero inmediatamente sacudió la cabeza.
“…”
Pero Spencer que estaba enfrente, le mostro el cuchillo afilado y mostro una clara expresión de amenaza.
Sí no probaba las uvas, Spencer le apuñalaría y le haría comer por la fuerza.
O comía las uvas blancas por las buenas o lo haría por las malas, esa era lo que le decía la expresión de Spencer.
Philip apretó sus dientes, intercalo su mirada varias veces entre las uvas y el cuchillo afilado, al final no le quedo de otra que suspirar.
¿Uvas venenosas? Philip comenzó a recordar que una vez por medio de un video de curiosidades en YouTube se había dicho que, si alguna vez te perdías y encontrabas bayas silvestres, evitara comer cualquier baya silvestre que fuesen blancas, amarillas o verdes, y también evitara las que desprendieran un olor amargo o tuviera espinas.
“…Justo es blanco… maldición.” Murmulló Philip. La baya en sus dedos no tenía espinas y no desprendía olor amargo, pero era claramente una baya blanca. La posibilidad de que fuera venenosa era alta.
Philip no quería comerse la baya, pero…
“Hazlo, rápido. ¡No tenemos todo el día!”
Spencer coloco la punta del cuchillo justo cerca de su pecho, y bramó que se apurada.
Byron que estaba detrás, tenía la frente sudorosa.
El ambiente se volvió tenso y silencioso.
Pero finalmente, Philip abrió su boca y se llevó una de las bayas blancas a la boca.
“¡Quita tu mano ahora! Quiero ver que lo mastiques y lo tragues correctamente.” Ordeno Spencer. Philip quería utilizar su mano para ocultar su boca mientras escupía la baya, pero Spencer no le daría la oportunidad. Quito su mano, y luego mostrando que la baya blanca estaba dentro de su boca, mordió y el jugo dulce ingreso a sus papilas gustativas.
¿Dulce? Pensó. Mordió con sus dientes, y finalmente trago la baya entera.
Spencer y Byron quedaron observando, Philip luego de tragar también se quedó en silencio por unos momentos con su corazón latiendo rápido, pero tras unos segundos no sintió ningún cambio.
“¿Y? ¿Sientes algo?” Pregunto Spencer.
“No, nada aparte del gusto dulce de la baya.” Respondió Philip.
Spencer todavía no estaba convencido, así que arrebato una baya blanca y se la entrego esta vez a Byron, y le dijo la misma orden. “Pruébalo.”
“¿Eh?… Pero yo no…”
Spencer extendió su mano y agarro con fuerza la mandíbula de Byron para abrirle la boca y aventar la baya dentro. Byron intento resistir, pero no tenía la fuerza. La baya blanca fue introducida a la fuerza en su boca, y entonces bajo el brillo del filo del cuchillo, mordió y trago la baya.
Tras ver que Byron tampoco parecía sentir nada raro, Spencer finalmente arrojo una de las bayas a su boca y saboreo el dulce sabor hasta tragarlo.
“¡Oh, sorprendentemente están bastante buenas!” dijo, se rio y agrego. “De ahora en más, todas estas bayas son mías, ¿entendieron?”
“¿¡Qué!? ¡No puedes quedarte con todas!”
“Sí puedo, ya te lo dije Philip, sigue molestándome y te abriré el estómago.”
“¡Hijo de…!” Los puños de Philips se apretaron con fuerza, pero no había nada que pudiera hacer. Quería avanzar y pelear contra Spencer, pero al mismo tiempo se retenía ya que sabía que no era rival para el cuchillo en sus manos. La idea de ir a buscar la roca que había escondido y atacar con ello a Spencer cruzo su mente, pero justo cuando se iba a mover, un repentino escalofrió recorrido su cuerpo.
“¿Eh?”
Los ojos de Philip se abrieron de par en par.
Algo dentro de él… algo se estaba calentando.
¿Qué es esto? ¿Qué pasa?
Philip bajo su mirada y observo su estómago. Su estómago comenzó a gruñir con malestar y entonces…
¡Oh, mierda!
Un abrupto dolor de estómago lo invadió.
Philip soltó un grito de dolor y cayó al suelo aferrándose con fuerza a su estómago.
¡Mierda, mierda, mierda! ¡Al final…! ¿¡Al final las bayas blancas si estaban envenenadas!?
“¡¡¡Aghhh!!”
El dolor ardiente era insoportable, Philip se revolcó en el suelo gritando.
Byron y Spencer se alejaron unos pasos, viendo el dolor de Philip.
“¿¡Que sucede, Philip!?” preguntó Byron, pero tras ver donde Philip se sostenía, él se sintió pálido y pregunto. “No puede ser verdad… ¡Hemos comido bayas venenosas! ¿Eh? …¡¡Aghhh!!!”
Byron también comenzó a sentir el mismo dolor que Philip, soltó un grito y también cayó al suelo.
Solo Spencer quedo de pie.
“¡¡Fuck!” gritó.
Entonces sintió escalofríos y el dolor empezó a invadirlo, su cuerpo se estremeció y sin darse cuenta, Spencer dejo caer su cuchillo mientras cayo de rodillas al suelo, arrugando todo su rostro del dolor y aferrándose a su estómago.
**
El dolor duro aproximadamente unos 5 minutos cuando finalmente Philip, que fue el primero en comer las bayas blancas, comenzó a sentir que el dolor estaba disminuyendo. Su retorcimiento se detuvo y entre dolor y sudor frio en todo su cuerpo, logro sentarse y ver que Byron y Spencer todavía estaban retorciéndose y gritando.
Mientras Philip temblaba un poco, ya que el dolor todavía le estaba haciendo estragos, noto un brillo a pocos metros. Eso era… ¡El cuchillo de Spencer! ¡Spencer soltó el cuchillo!
Los ojos de Philip inmediatamente se abrieron y no lo dudo, haciendo apoyo de la poca fuerza que tenía en el momento, se arrastró y se lanzó hacia el cuchillo.
Quería tomarlo antes que Spencer lo volviera a recuperar.
Pero…
“¿¡¡A dónde vas!!?”
Justo cuando estaba por alcanzar el cuchillo, una mano le galo del pie y lo hizo caer. Philip vio que Spencer, entre gritos de dolor, había notado las intenciones de robarle el arma.
“¡Mierda! ¡Suéltame maldito canalla!” Philip estiro su pie y le aventó varias patadas al rostro de Spencer. Spencer no lo soltó y ambos comenzaron una lucha libre entre el lodo por ver quien agarra el cuchillo. Philip entre el dolor, logro alcanzar el mango del cuchillo y justo entonces, Spencer también le alcanza y ambos comienzan a aventarse golpes con sus manos libres, negándose a soltar el cuchillo ambos.
Pero claro, incluso con Spencer en la etapa más dolorosa del veneno (ya que fue el último en comer la baya, por lo que el veneno todavía está surgiendo efecto fuerte) aun así, Philip no es oponente para la fuerza muscular del gilipollas de Spencer.
Con cada puñetazo que Philip le dio al rostro de Spencer, recibía tres de Spencer que le hacían sacudir el cerebro.
“¡Deja mi cuchillo, hijo de puta! ¡Te voy a matar!! ¡¡¡Agggghh!” Spencer finalmente con un puñetazo que hizo escupir sangre a Philip, logro arrebatar el cuchillo y entre gritos, Spencer ataco con el cuchillo.
Entonces…
“¡Aghh….!!”
Un grito de dolor resonó en la colina.
Spencer entre cejas fruncidas del dolor, se rio “¡Jajajaja, ahí lo tienes, hijo de perra!” mientras retiro su cuchillo cubierto de sangre.
Philip grito del dolor mientras observo su mano totalmente roja.
La sangre no paraba de salir y ahora, en el centro de su mano derecha… había un agujero. Spencer le atravesó la mano con el cuchillo, y ahora tenía un agujero vertical desde donde se podía ver el otro lado.
El dolor era insoportable, y Philip comenzó a derramar sangre desde su mano.
Spencer entre tambaleos, logro pararse y reírse con burla y sadismo hacia Philip.
“¡Te lo mereces, hijo de perra! ¡Ese es tu premio del día! ¡Jajajaja!”
Byron estaba pálido mientras veía la sangre y la risa de Spencer.
Pero entonces…
El sonido similar al de una notificación que no habían escuchado desde que despertaron en este lugar, volvió a aparecer.
Ding.
Sonó, y frente a un doloroso y sufriente Philip, una pantalla semitransparente se abrió delante de sus ojos. La pantalla era igual al panel que aparecía en los videojuegos. Y unas letras claras y en grande se presentaron.
[¡Felicidades, has logrado superar el efecto secundario de las Bayas de Luz!]
[Baya sanadora clase B: ¡Consumido con éxito!]
“¿¡Qué diablos es esto!?” Spencer gritó, el panel no solo apareció delante de Philip, sino que también se presentó delante de Byron y Spencer. Entonces… comenzó la magia.
Byron se sorprendió al sentir una sensación refrescante subir por todo su cuerpo. Esa sensación era similar a darse un agradable baño frio en verano. Era refrescante y revitalizante. Cuando volvió a abrir sus ojos, Byron observo que todo su cuerpo se sentía como nuevo. Exceptuando la sensación de hambre que todavía sentía, todo lo demás estaba revitalizado.
Byron entonces miro sus manos, y sus ojos se abrieron al notar que la piel de sus manos estaba como nuevas. Él todavía recordaba que sus manos estaban llenas de cayos y pequeñas heridas debido a estar carreando las ramas del árbol para hacer la fogata, pero ahora… ¡todas esas heridas y cayos se había desvanecido!
¡Una magia sanadora! ¡Esto tuvo que ser magia sanadora!
Lo mismo ocurrió con Spencer que sintió su cuerpo revitalizado como nuevo.
Pero entonces, una voz soltó un murmullo incrédulo.
“… imposible.”
Byron y Spencer se voltearon hacia Philip, y sus ojos sufrieron el mismo shock que estaba teniendo Philip. Philip todavía sentado en el suelo, estaba levantando su mano al aire, mirando con ojos impactados como el agujero sangriento en su mano estaba reconstruyéndose lentamente y cerrándose, uniendo cartílagos y sangre como si la herida estuviera en un proceso de retroceso hacia un estado completo.
Era sin lugar a dudas una vista imposible.
Philip solo había visto algo así en películas de ciencia ficción y magia.
Pero ahora… su mano se estaba reconstruyendo delante de sus propias narices.
Y finalmente, el agujero sangriento que había en su mano se cerró por completo y su mano quedo totalmente como nuevo.
Incluso la sangre que había perdido se desvaneció como si se hubiera secado y convertido en vapor que desapareció en el aire.
La imagen fue tan increíble, tan sorprendente, que los tres se quedaron en silencio por un largo rato…
1720
Capítulo 5 - Capítulo 5
Ser transportado a otro mundo.
La simple idea era casi ridícula e irreal. Basándose en la ciencia convencional, la transportación a nuevos mundos era actualmente imposible con la ciencia moderna. La idea de visitar un nuevo mundo simplemente un tonto sueño imaginario.
Philip en su interior seguía creyendo esto.
Pese a que había sido rodeado por esa misteriosa luz, pese a despertado en una caverna desconocida, pese a no tener señal en el lugar, pese a haber visto un mensaje similar a las notificaciones en juegos de rol, aparecer frente a sus ojos, dentro de sí mismo todavía se sentía renuente a aceptarlo.
Algo dentro de él se negaba a creer la realidad que tenía frente a él.
Pero…
Luego de ver como un agujero sangriento en su propia mano, su propia carne, se cerró y se sano como por arte de magia misma. Esa realidad que parecía ilusoria y nebulosa frente a sus ojos, se aclaró y finalmente pudo aceptarlo.
“… con qué… estoy en otro mundo eh” Dijo Philip mientras apretó y soltó sus nudillos. “Es increíble, sin un raspón. Mi mano parece como nueva. Casi se siente irreal que un cuchillo hace tan solo una hora le hizo un agujero a mi mano.”
Desde que se habían recuperado del shock inicial, había transcurrido una hora.
Philip estaba recostado sobre la gigante roca en la colina, frente a él el sonido de la madera quemándose resonaba. La fogata se había logrado, y tanto Philip como Byron estaban descansando frente al fuego. Ambos permanecían en silencio, mirando a las llamas que se neceaban entre la madera ardiente.
Spencer había estado también sentado calentándose junto al fuego, pro hace unos minutos el tipo se había levantado repentinamente y se había marchado a quien sabe dónde. Philip no tenía energía para levantarse, así que se olvidó de Spencer y simplemente se dedicó a contemplar el fuego.
¿Qué nos pasara a partir de ahora?
Esa pregunta surgió dentro de su mente.
Todavía recordaba como hace tan solo un par de horas era un simple estudiantes que estaba aburrido escuchando la clase junto a sus compañeros. Un día normal hasta que fue arrinconado por ese idiota de Brad y llevado detrás de la escuela para recibir una golpiza.
Tanto tiempo sin comida había hecho que el estómago de Philip comience a rugir enojado.
Pero se sentía menos solo cuando el estómago de Byron también comenzó a gruñir y hacerle competencia a su estómago por cual estomago ruge más fuerte.
Esto hizo rugir una leve sonrisa irónica en el rostro de Philip.
Lentamente un recuerdo similar de hace mucho tiempo le vino a la mente.
Una vez en la primaria tuvieron un día de campamento con los maestros. Fueron a un bosque cercano junto con los profesores y pasaron dos días allí, cocinando, lavando la ropa o jugando. Era una especie de mini viaje de excursión estilo Boy Scout. Y cuando todos los niños se sentaron frente a una fogata mientras uno de sus profesores saco una guitarra y comenzó a tocar para los niños, Philip recordó que quien se sentó a su lado en aquel entonces era uno de sus amigos con quien jugaba muy ha seguido. Se trataba de un pequeño muchachito delgado y con anteojos que siempre estaba introvertido y que parecía tener unos padres estrictos.
Ja… De vuelta aquí.
La ironía de la vida los había vuelto a unir y ahora tras tanto tiempo desde que habían cortado su antigua amistad, estaban de vuelta sentados frente al fuego.
Philip y Byron, antiguos mejores amigos del jardín infantil.
“… Que estúpido es el destino.” Dejo escapar Philip en un murmullo.
Byron lo escucho, y pregunto. “¿Qué sucede?”
“No te recuerda esta situación a aquella vez.”
“¿Aquella vez?” Byron se acomodó las jafas y miro el fuego y luego pareció recordar. “¿Hablas de ese viaje que tuvimos en la primaria?”
“Sí.” Respondió Philip mientras recogió con su mano una rama cortada y la aventó a las llamas. “Misma situación. Frente a una fogata y con hambre. El destino parece burlarse otra vez de nosotros.”
“… ciertamente.”
Philip se estiro y soltó un suspiro mientras miro al hermoso techo estrellado que tenía arriba. No podía dejar de contemplar el hermoso techo estrellado que tenía ante sus ojos, y aunque sabía que no eran estrellas reales ya que había recogido una de ellas, aun así, era realmente hermoso. Cientos de miles de estrellas adornaban el techo en la oscuridad. Philip por un momento intento contar cuantas había, pero rápidamente perdió la cuenta.
Eran tantas que no podía contarlas.
“Me pregunto…” Philip estiro su mano como queriendo tocar esas estrellas y se preguntó. “¿Qué estarán haciendo mis padres?”
Byron alzo su mirada, y también dejo escapar un suspiro mientras agrego. “Nuestras familias deben estar muy preocupados. Tres chicos han desaparecido en el colegio. No me extrañarían que ahora mismo en la ciudad estuviéramos en la boca de los diarios y de la televisión.”
“Mi foto en los diarios eh… mis padres… mi madre quizás este llorando.” Dijo Philip con un tono triste. “mi padre debe estar ahora mismo intentando consolar a mi madre diciéndole que la policía me encontrara y que volveré sano y salvo, y mi hermana mayor, mi hermana mayor tenia sus exámenes parciales de la universidad por estas fechas. Me siento triste tener que causarle preocupación justo en medio de sus exámenes. Ojalá los apruebe.”
Muchos recuerdos y pensamientos sobre su familia comenzaban a inundar la mente de Philip.
La sola idea de que su madre estaría llorando ahora mismo por su desaparición le hacía sentir una terrible sensación de tristeza y soledad. Por momento sentía que su respiración era pesada y sus ojos se empañaban mirando al brillo de las estrellas en el techo.
Se sentía solo y perdido.
¿Algún día poder volver a casa?
Ya había olvidado las veces que se había hecho esa misma pregunta.
La respuesta era un total agujero de incertidumbre.
No sabía nada de este nuevo mundo.
Como era, que tipo de cultura, civilización, etc., etc., no sabía nada.
Hasta que no escapara de este lugar y subiera a la superficie, no encontraría respuestas aquí.
Aunque una cosa estaba seguro, y era que en este nuevo mundo parecía existir…
… parecía existir la magia.
Y no la magia que él acostumbraba como simples trucos visuales y falsos, sino la magia real que veía en libros o películas.
Esa magia misma le había sanado su mano.
¿Como era que ese mensaje las había llamado?
El mensaje que volvió a aparecer había llamado a las bayas como… Bayas Sanadoras de Clase B. Philip podía suponer que era algún tipo de fruta mágica de este mundo. Aunque el efecto sanador sin duda estaba más allá de su imaginación más loca, realmente le había restaurado un agujero.
Tan solo imaginando el caos que habría en el mundo moderno si se conociera la existencia de esta baya curativa hizo que Philip se estremecida de lo increíble que parece ser este nuevo mundo.
Sí ya encontraron algo tan sorprendente apenas pisar este nuevo mundo, entonces no podría dejar de imaginar las cosas increíbles que habría afuera. Podría descubrir nuevas frutas, nuevos tesoros mucho más impresionantes, así como también, podría haber peligros aterradores y monstruosos que todavía no podía llegar a imaginar.
Un nuevo mundo totalmente cubierto por la neblina de lo desconocido.
“Hmm? ¿Byron?” Philip repentinamente notó una expresión extraña en Byron. “¿Qué sucede?”
Byron estaba con los ojos abiertos mirando algo enfrente, aunque… no hay nada allí.
“¿Qué estas mirando?” pregunto Philip, frunciendo el ceño mientras miraba al lugar vacío que miraba Byron. “No hay nada allí. ¿Qué pasa? ¿Descubriste algo nuevo?”
Byron se sorprendió por las palabras de confusión de Philip, y apunto justo frente a él y pegunto. “¿¡Qué, n-no lo vez!?”
“¿Qué cosa?”
“¡El panel semitransparente de antes! ¡Ha vuelto a aparecer!” Gritó Byron.
Philip abrió sus ojos.
¿El panel semitransparente? Inmediatamente le vino a la mente el panel similar al juego de rol que había visto anteriormente. ¡Ha aparecido de nuevo! ¿¡Pero donde!?
¿¡Por qué no lo veo!?
“¡No lo puedo ver, Byron! ¿Done esta?”
“¡Aquí! ¡Aquí mismo, enfrente de mí, flotando!”
Byron señalo a un espacio justo frente a él, pero Philip no podía ver nada allí.
“Invisible. ¡Byron, contéstame rápido! ¿Hiciste algo para que apareciera de nuevo?” preguntó Philip a toda prisa. El hecho de que él no pudiera verlo ahora mismo, pero Byron sí, de alguna forma le estaba dando una idea a Philip.
¿¡Podría ser qué estamos dentro de…!?
Antes de que incluso Byron lograra responder, Philip se paró y gritó.
“¡Abrir Estado!”
Ding.
Nombre: Philip Greyrat.
Edad: 17
Ma aus
Hdhadu
Se abrió un panel igual al de los videojuegos de rol con su nombre y una serie de estadísticas que Philip había visto varias veces en el mundo real. O, mejor dicho, paneles similares a este los había visto incontables veces en juegos y novelas.
Philip se tambaleo un par de pasos mientras miraba a la pantalla semi trasparente que permanecía flotando frente a sus ojos y que parecía seguirle cada vez que se movía.
¡Una barra de estados!
Él no era un fan del género rolero, pero tenía un conocimiento mínimo de dicho submundo. Se había leído alguna que otra novela con este subgénero de rol, niveles y estadísticas y ahora podía saber en qué tipo de mundo estaban.
¡Un mundo de rol!
¡Dios mío, hemos caído en un mundo de rol!
Philip estaba tan sorprendido con lo que estaba viendo, que no noto los sonidos de alguien acercándose.
“¡Oigan, basuras!”
Un repentino gritó los sacos de sus estupores a Philip y Byron. Ambos voltearon y se toparon con un enfurecido Spencer que parecía tener sus dientes apretados con fuerza. En sus manos, tenía aquellas bayas blancas, o bueno, lo que quedaba de ellas ya que Spencer las estaba aplastando con fuerzas y el jugo de las bayas se estaba escurriendo por sus puños.
“¡Esta mierda no sirve! ¡No se puede comer!” Gritó Spencer mientras tiro las bayas aplastadas al suelo y las pisoteo con enojo.
Philip y Byron miraron las bayas aplastadas con los ojos abiertos.
Las aplasto. ¡Este idiota aplasto unas bayas que podían restaurar un agujero entero en una mano!
“¡¡Que diablo haces, Spencer!! ¡Esas bayas podrían salvarnos la vida si sufrimos algún incidente!” Philip estaba temblando del enojo. Esas bayas podrían salvarle la vida a uno de ellos si se encontraban en peligro en este mundo. No podrían desperdiciarlas ya que no podrían saber cuánto tiempo tomarían estos árboles en dar nuevos frutos.
Pero este idiota… ¡¡Las aplasto!
“¡Alto ahí, basura! ¡Un paso más y estas muerto!” Spencer saco el cuchillo cuando Philip se acercó.
“¡Yo doy las ordenes en este lugar, y ustedes basuras las obedecen! ¡Ahora prepárense!” dijo Spencer, mientras pate las bayas aplastadas y se limpió la suela del pie con la tierra para quitar los pedazos de bayas pegados. Luego preguntó; “¿Cuánta batería tienen en sus celulares? ¡Rápido, díganme!”
“60%” respondió fríamente Philip.
“…4” Byron se trabo la lengua al contestar debido al miedo que tenía al cuchillo apuntando a su rostro.
“¿¡4%!?” Spencer se sorprendió con el número.
Pero Byron nervioso a toda prisa corrigió. “¡P-perdón, era 49%!”
“¡Bien, es suficiente!” Spencer asintió, y mostro una mirada enloquecida mientras miro los rostros de Philip y de Byron alternativamente.
**
Spencer estaba hambriento. Tan hambriento que ya no podía quedarse tranquilo, caminaba de un lado al oro buscando cualquier cosa para comer.
Su estómago rugía, y su humor estaba peor y peor.
“¡Mierda, tentó tanta hambre que me comería un caballo! ¡Pero este puto lugar está vacío! ¡No hay nada!” Busque por donde busque, Spencer no podía encontrar nada comestible. El lugar parecía estaba totalmente sin vida silvestre. Ni aves, ni conejos, ni nada. No había nada más que esas malditas bayas blancas.
Abrumado por el hambre, Spencer se había llevado las bayas blancas consigo y se dispuso a comerlas.
Tomo una pequeña baya blanca del grupo, y tembló de miedo mientras introdujo la baya dentro de su boca y finalmente sus dientes mordieron y se lo tragó.
Al igual que antes, el mismo dolor de estómago insoportable lo envolvió.
Cayo al suelo y se revolcó del terrible dolor.
Era un dolor tan intenso que Spencer quiso gritar, pero al recordar que estaban esos dos cerca y que podrían aprovechar su estado vulnerable para arrebatarle su única arma, el cuchillo en sus manos, se mordió la mano para ahogar sus gritos.
La insoportable tortura duro aproximadamente unos 10 minutos hasta que finalmente se calmó.
¡¡¡Estas bayas!!!
¡¡Estas bayas son una mierda!!
Spencer totalmente enloquecido, llego donde estaban esos dos apretando con todas sus fuerzas las bayas hasta convertirlas en pude, luego las pisoteo.
Las bayas eran imposibles de comer.
Spencer seguía hambriento, así que tras ver que esos dos tenían suficiente batería en sus celulares… ¡tomo una decisión!
**
Al siguiente momento…
Philip, Byron y detrás Spencer estaban parados delante de un enorme agujero de fácilmente 7 metros, totalmente oscurecido y sin luz alguna dentro.
Este túnel y otro más pequeño eran las posibles únicas rutas de salida de este maldito lugar.
Los tres podían sentir todavía una mala sensación que desprendía desde el interior de ese abismo oscuro del túnel.
Pero Spencer estaba decidido.
¡No me voy a quedar a morirme de hambre en este maldito lugar! Pensó Spencer.
¡Voy a escapar, aunque tenga que sacrificar a estos dos idiotas!
2250p
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