Capítulo 01


Estoy huyendo.

Huyo corriendo bajo el reflejo de un sol abrasador en medio del desierto. Un mar interminable de arena y una cadena de montañas en la distancia me rodea. Un cielo completamente despejado, sin una sola nube a la vista, y un calor tan insufrible como ningún otro que haya experimentado jamás. Incluso el verano más caluroso no era más que una ligera brisa en comparación al infierno en el que me encontraba.

Así es, ahora mismo estoy en un jodido desierto desconocido a más de 50 °C.

Siento que me estoy derritiendo vivo bajo este calor.

Pero…

¿Cómo diablos es que llegue a esta situación?

¿Por qué estoy aquí? ¿Por qué yo?

¿Fue accidental, o fue intensional? ¿Acaso fui elegido específicamente por alguna razón?

Docenas de preguntas surgían una tras otra en mi cerebro. Quería encontrar una respuesta, una razón para la situación en la que me encontraba. Pero era inútil. No había respuesta alguna. Para empezar… ¡nada de lo que estaba sucediendo tenía sentido alguno!

 

*Jadeo* *jadeo*

 

El sudor cubría todo mi rostro mientras jadeo de agotamiento.

Mi cuerpo está al límite.

No podré soportar seguir corriendo por mucho más tiempo.

Mis músculos están crujiendo del dolor y el agotamiento, mis piernas se vuelven cada vez más pesadas y difícil de moverlas. Mi respiración esta agitada, y mis pulmones arden, luchando por extraer el aire caliente y seco que parece evaporarse antes de llegar a mis labios resecos.

En medio de esta situación desesperada, mi corazón, el motor de mi cuerpo, late tan rápido que parece que iba a salir de mi pecho.

La adrenalina corre por mis venas, eso me ha permitido seguir huyendo hasta este momento, pero incluso eso tenía sus límites.

Básicamente, mi cuerpo estaba por derrumbarse.

Quiero detenerme un segundo.

Quiero descansar, aunque sea tan solo un momento.

Mi cuerpo me grita internamente que me detenga, que tome un descanso o me romperé en pedazos. Mi vista comienza a volverse borrosa también.

Pero, no puedo hacerlo.

¡No puedo detenerme! ¡No puedo simplemente rendirme y detener mi huida!

La razón es simple, si me detengo y dejo de correr tan solo por un segundo, entonces…

 

*Jadeo* *Jadeo*

 

¡Voy a ser devorado vivo por esa maldita cosa!

Comentarios

Entradas más populares de este blog