2 MUESTRAS DE DIALOGOS.


DIALOGOS DE UNA NOVELA DE ROYALROAD


 

— Bueno, ¡No es de extrañar que vinieran gente todos los dias de la semana! Ese es un camino importante allá fuera. En el lado positivo, esto hara que sea realmente facil encontrar la civilizacion.

— Justo. — — Espero que alguien por aqui este dispuesto a ayudar a un extraño con comida. No tenia ninguna habilidad para buscar comida en mi propio mundo, y este podria ni siquiera tener las mismas plantas

— eso… hubiera sido bueno pensar en ello antes de dejar todo tu maná atras. ¿supongo que no podriamos volver por eso?

 

— no estoy en buena forma para abordar una mazmorra en este momento.

— puedo ver eso, ninguna fiesta y ni siquiera la armadura mas barata, pero la mayoria de los aventureros que he conocido no dejarian que eso los detuviera.

— Sí, ¿alguna posibilidad de que puedas indicarme donde encontrar un grupo y conseguir una armadura?

— Hmm. Ahora hay una idea. — Señalo una de las mesas. — ¿Ves a esa chica allí? Ella podria estar dispuesta a ayudarte si aceptar unirte a su grupo.

 

— ¿Donde estar el resto de su grupo?

— Ella no tiene uno. Pronto descubrirás por qué.

Carlos lo miró con sospecha. — Ella no me va a meter en problemas, ¿verdad?

— Ella no lo hará. Bueno, probablemente. Depende. Ya he dicho lo suficiente, ve a descubrirlo tú mismo.



Diálogos míos:


— Me alegro de que estes bien, Ethan, y que no te hayas encontrado con esos monstruos en el camino de regreso a la escuela.

— Sí, aunque la escuela esta…

 

— ¡Ethan! ¿¡Ethan está aquí!?

— ¿Eh?

— ¿Profesora Susan?

 

— Así que tú eres el estudiante de 2do año que fue transportado lejos del área de la escuela. Es increíble que hayas logrado sobrevivir cruzando ese bosque. Y aún más impresionante… es increíble tu suerte para no haberte cruzado con ninguno de esos monstruos. Te habrían asesinado si lo hubieras visto.

— ¡Ethan, cuéntales lo que hablamos…! (Susan)

— Sí, esto… cuando fui transportado yo, estaba en la enfermería.

— ¿Enfermería? ¿Pero la enfermería no desapareció?

— ... ¡Oye, espera un segundo! ¡Si dijiste que estabas en la enfermería, entonces…!

— Sí, fui transportado con la enfermería entera.

— ¡Dime, dime donde esta! ¡Donde esta la enfermería! (Eliot agarro al prota desesperado preguntándole.

— Oye, Eliot, estas siendo muy brusco.

— ¡Idiota! ¡La enfermería tiene un pequeño almacén de emergencia! ¡Allí hay medicinas, viáticos y vendas que podriamos utilizar para salvarle la vida a los heridos!

— Eso es…

— ¡Ethan, dime donde esta la enfermería!

— Sí, lo dire.

(se desplego un mapa o se dibuja un mapa)

— Aquí, por esta región debe estar la entrada a la cueva en donde desperté. (Digo Ethan, dibujando un círculo en el lado del mapa de la montaña)

— Ya veo, las montañas eh…

— ¡Bien, tendremos que prepararnos! ¡Iremos a esas montañas a buscar los medicamentos y viáticos para salvar a los heridos!

— ¡Yo los acompañare! (Susan)

— No, profesora Susan, usted ahora es demasiado importante para nosotros. Usted es la única en la escuela que tiene conocimientos médicos. Usted hizo un posgrado de medicina, no podemos arriesgarnos a que le suceda algún accidente allí fuera.

— ¡Pero mis estudiantes me necesitan!

— Lo sé, pero por ello mismo usted debe quedarse aquí en la escuela. Cuidar de los estudiantes heridos y esperar por nosotros. Le aseguro que regresaremos con esas medicinas.

— E-Esta bien. (Susan temblando de frustración, digo)

— Tendremos que buscar voluntarios que quieran acompañarnos. Podríamos enfrentarnos a peligros, necesitamos estar preparados. Buscar armas con que defendernos.

— Entendido.

— Y… Ethan, tu nos acompañaras.

— … ¿Eh?

 

— ¡Estas jediéndome, te acabo de decir que allí hay murciélagos gigantes que casi me matan! (cap 6 inicio)

— Ethan, no conocemos el camino. Necesito que nos guíes.

— ¡Pero… !

— ¡Tu, bastardo, deja de actuar como un cobarde y mira a tu alrededor! ¡Mira a esos chicos heridos, sus vidas dependen de que traigamos esas medicinas! ¡¿Acaso quieres que mueran?!

— Suéltame.

— ¡Tsk!

— Esta bien. Los guiare.

— Suspiro.

— Pero… No planeo dejar que esos murciélagos me coman vivo. Si somos abrumados por esas cosas, no dudare en huir y regresar a la escuela.

— Sí, entendido.

— Okay, entonces, necesitaremos armas.

 



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