Capítulo 4 (74p)

Todo sucedió en la mañana, luego de que el timbre que daba a notar la hora del almuerzo sonara en toda la escuela. Los estudiantes comenzaron a salir en grupos de las aulas, la vieja cafetería se abarroto de estudiantes, los pasillos se llenaron mientras los profesores se servían café en la sala de profesores para tomarse un descanso.

El día estaba soleado, sin el más mínimo previsto de lo que estaba por acontecer.

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Capítulo 04: POV

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Todo sucedió en esa mañana, justo después de que el timbre escolar anunciara el tan esperado descanso y hora del almuerzo. Como un torrente incontenible, los estudiantes salieron de sus aulas y abarrotaron la vieja cafetería y llenaron el campus con sus risas y charlas ruidosas. La escuela en unos pocos segundos, se lleno de bullicio y ruido. Los pasillos, antes desiertos, se llenaron con estudiantes que iban y venían.

Mientras tanto, en la oficina de maestros, los profesores aprovechaban el descanso para servirse una taza de café y conversar entre ellos.

El día otoñal se presentaba soleado y esplendoroso.

El aire llevaba consigo un ligero toque cálido, típico de la estación, mientras las hojas secas caían de los árboles, pintando el paisaje con tonos rojizos y rodados.

En medio de esta normalidad rutinaria, de este hermoso día escolar de otoño, nada podía sugerir lo que estaba por acontecer.

Nada podía acontecer… la tragedia que se avecinaba.

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Todo sucedió en la mañana, luego de que el timbre que marcaba la hora del almuerzo sonara. Los estudiantes comenzaron a salir en grupos de las aulas, abarrotando la vieja cafetería y el campus. Los pasillos también se llenaron mientras que los profesores se servían café y se tomaban un descanso en la oficina de maestros.

El día estaba soleado y brillante, remarcando el ligero calor otoñal de la época.

Las hojas secas de los árboles caían y el típico clima otoñal se sumergía en toda la escuela.

Nada insinuaba que este día fuese a ser diferente a cualquier otro día normal de escuela.

No había el mas mínimo rastro o pista que llegase a provisionar lo que estaba por acontecer.

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"Profesora Susan, ¿Ethan se encuentran bien?"

Era la hora del almuerzo, cuando la profesora Susan del 2do año regresaba desde la enfermería luego de visitar a un estudiante que se había descompuesto en clase, cuando una chica de cejas firmes, cuerpo delgado y cabello rojizo la sorprendió en el pasillo.

"Oh, Mary, ¿eres tú?" exclamó la profesora mostrando una cálida sonrisa. Su actitud alegre y abierta siempre era un toque característico de Susan. Motivo x el cual era una de las profesoras más queridas de la escuela.

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Era la hora del almuerzo, cuando Emma Blouse, la actual presidenta de la clase de 2do año mientras terminaba de recoger los libros de los asientos, notó a una bella mujer vestida de falda larga y con cabello recogido que regresaba desde la enfermedia.

"Profesora Susan" Emma llamó, mientras sus cejas fruncidas mostraban un malestar. Algo que le preocupaba, aunque estaba indecisa si preguntar. Pero como era la presidenta de la clase, aun así decidio preguntar:

"¿Cómo… como se encuentra Ethan? ¿Esta bien ya?"

"Oh, Emmachi."

— Youko-sensei, ¿cómo se encuentra Haru-kun?

— Oh, Emmi-chan. Haru-kun se encuentra bien, pero se quedara a descansar en la enfermería para mas seguridad. Ya sabes que tiene un cuerpo débil ese niño, así que será mejor no exigirle demasiado.

— Sí, entiendo Sensei.

— Hm, Emmi-chan, eres la presidenta de la clase, ¿cierto? ¿conoces a Haru? ¿Sabes si Haru-kun tiene algún amigo cercano en la clase?

— Pues… no lo he visto interactuar mucho con sus compañeros. Siempre esta solo jugando videojuegos en su teléfono inteligente durante los almuerzos.

— Ya veo…

— Quizás… Quizás yo pueda, más tarde, intentar invitar a Haru a nuestro grupo de amigos del consejo. Digo… para que conozca y quizás, se haga amigo de ellos.

— Oh, eso seria bueno. Fufu, Emmi, eres muy amable.

— No, no, como presidenta de clase es mi deber velar por el bienestar de mis compañeros de clase. Si un compañero esta teniendo dificultades para hacer amistades en el aula, es mi responsabilidad intentar ayudarlo lo mejor que pueda.

— Okay, entonces te lo encargo. Oh, casi lo olvido. Recuerda recoger los libros que deje en clases. Tendré que devolverlos antes del mediodía.

— Sí, entendido.