Capítulo 01 – Transportación (1)
Hoy fue un hermoso día.
El sol radiante brillaba alto en un cielo azul claro
adornado con hermosas nubes de algodón. Los estudiantes salían de las clases,
riendo y charlando entre ellos mientras corrían por los estrechos pasillos del
edificio y llenaban la cafetería y la tienda de la vieja escuela.
Como de costumbre, a mitad del día, la escuela estaba
llena de ruido y movimiento. Los maestros se reunieron en la oficina de
maestros para tomar café y charlar entre ellos. Mientras tanto, los estudiantes
estaban en el campus de la escuela, deambulando, divirtiéndose y pasando el
rato hasta que comenzaran sus clases de la tarde.
Era otro día normal.
No había nada que sugiriera que hoy sería diferente a
cualquier otro día escolar típico.
O eso es lo que parecía...
Detrás del gimnasio de la escuela, en un rincón oscuro,
fuera de la vista del público, estaba yo, Ethan Drake, un estudiante de segundo
año de secundaria.
¿Qué estoy haciendo aquí, preguntas?
Bueno, ahora mismo ... Me encuentro recibiendo una paliza.
**
¡!
Un puño apretado y tan duro como una roca, se estrelló
directamente sobre la boca de mi estómago.
El golpe repentino hizo que mis pupilas se contrajeran
abruptamente, mientras el aire escapo de mi cuerpo y mi estomago parecía comprimirse. Todo mi cuerpo se estremeció ante el dolor agobiante que tenía como
epicentro mi estómago, pero que rápidamente se esparció por todo mi cuerpo
entero.
¡Ugh!
Solté un agobiante gemido.
Mis piernas perdieron fuerzas y caí de rodillas al suelo.
Mientras suelto jadeos ahogados en un intento por
recuperar el aliento perdido, sentí como una horrible sensación comenzó a subir
desde lo más profundo de mi estómago. Ese horrible liquido ardiente se elevó
descontroladamente desde mi estómago, subiendo por mi garganta hasta llenar mi
boca.
Intente contenerlo, pero me fue imposible.
El vomito exploto de mi boca, salpicando por todo el
suelo y llenando el lugar de un fétido y asqueroso olor nauseabundo.
¡Bluaagh! ¡Tos! ¡Tos!
Oh, mierda.
Allí se fue el desayuno que almorcé en la mañana.
El vomito se derramo por todo el suelo.
Tosí y escupí el resto del amargo sabor a bilis que
quedaba en mi boca.
Me encanta la narración muy bueno
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