Capítulo 000.

Debo de reconocer que a veces las cosas no salen como lo planeas. A veces, las incongruencias de la realidad, pueden jugártela a lo grande, borrando todas tus predicciones y terminar con todo hecho un caos.

Un ejemplo mismo de ello es mi situación actual.

Con decenas de espadas de acero frio y reluciente rodeando mi débil cuello, mientras los soldados armados que me retienen me miran con miradas horribles. Miradas iguales a las que se les lanzan a los enemigos. No muy lejos, también están los nobles que son protegidos por varios magos que están enfrente de ellos, como escudo, y mantienen sus formación mágicas activas para atacarme con todo lo que tengan al más mínimo indicio de movimiento.

Oí, oí, ¿es necesario tanta seriedad?

Incluso no muy lejos del gran salón imperial en el que estoy, puedo ver a más soldados que se acercan con armas de fuego y se posicionan desde todos los lados, con todas sus miras apuntando a mi cabeza.

No sé qué decir.

Si me muevo, tendré que enfrentar todos estos ataques desde todos los lados, y no creo poder resistirlos.

Varias ideas de acción pasaron por mi cabeza, pero al final, simplemente suspire y levante mis manos mientras dije;

“Me rindo.”

Muchos se mostraron sorprendidos con mi rendición, pero continuaron manteniendo sus posiciones. Quizás creen que simplemente estoy intentando jugárselas para lograr distraerlos. Pero no es así, en serio. Me rindo, ya no quiero pelear más. 

Algo cansado con todo esto, dirigí mi vista hacia el trono de adamantanio que se alza por encima de todo aquí, y allí se encuentra el rey de esta gran nación.

“Usted gana, Señorita Scarlett. Me doy por vencido.” Le dije a la mujer adulta que estaba sentada con una seria mirada en el trono.

Ella es la reina o emperatriz de este reino, es una de las personas con mayor poder en todo este lugar. Su nombre es Scarlett von Gretta y no hay duda, de que es toda una diosa. Tiene una figura madura, de grandes curvas y pechos grandes, y probablemente ella este entre sus treintas a cuarenta años. Muchos podrían decir que ella ya está bastante vieja para esa edad, pero no opino igual. Ella sigue manteniéndose increíblemente hermosa y sensual, su rostro sigue siendo el de una diosa y su cabello largo rojizo sigue manteniéndose en perfecto estado.

Sin duda, ella se encuentra entre las mejores bellezas de este reino.

Es una lástima que esta mujer sea la esposa del rey de este reino.

La emperatriz Scarlett mantuvo por varios segundos su mirada seria y fría en mí, mirándome fijamente a los ojos como si intentase discernir que es lo que intento hacer, que planeo. Por supuesto, no desvié la mirada y me mostré perezoso ante semejante situación. Finalmente, Scarlett hablo:

“Zeth Sylfond, profano del sacrilegio de la magia y mago oscuro de tercer nivel.” Ella me nombro, mientras sus ojos brillaron en frialdad. “Crees que con rendirte, serás perdonado de todo los males que le has causado a este reino. De todas las vidas que has asesinado. ¿De veras crees que es tan fácil de terminar con todo esto, con un simple ‘me rindo’?”

“Si, lo creo” Respondí, sin mostrarme perturbado por todo lo que dijo.

“¡T-Tu…!!” Muchos de los presentes se enfurecieron por mi respuesta. 

“Maldito mago caído, ¿Qué clase de forma de hablarle a su majestad es esa? ¡Conoce tu lujar!”

Varios insultos llovieron sobre mí, a la vez que las espadas que rodeaban mi cuello presionaron mi piel, haciendo que pequeños cortes aparecieron, y un poco de mi sangre apareciera.

Pero mientras todos me insultaban, Scarlett se mantuvo en silencio. Ella no alejo su mirada de mí ni por un segundo. Su mirada siempre estuvo fijo en mis ojos.

Y bien, Señorita Scarlett, ¿Qué harás?

¿Serás capaz de matarme aquí, y terminar con todo de una vez…?

O… 

“Enciérrenlo.”

Como espere, ella no puede matarme. Involuntariamente, una débil sonrisa imperceptible se alzó en los bordes de mis labios.

“¿¡Qué!? Pero su majestad, sabe quién es el, ¿cierto? ¡No podemos aprisionarlo en el castillo, es demasiado peligroso tenerlo aquí!” 

Por supuesto, las protestas no tardaron. Muchos de los magos presentes me temen bastante, por lo que tenerme aprisionado aquí en el castillo es lo último que desearían. Pero no tienen opción, ¿cierta señorita Scarlett? Tendrán que hacer lo que usted diga o sufrirán.

“¡Silencio! ¡Ya se del peligro!” La reprimenda de la emperatriz scarlett de inmediato silencio a todos esos magos que protestaban. Debido al enojo quizás, parte del mana de la emperatriz se salió algo de control, ya que las puntas de su cabello se encendieron fuego, mientras en sus ojos carmesíes se reflejó las poderosas llamas de su magia. 

“Aprisiónenlo en la quinta torre, sellen su magia con más de treinta sellos, y encadénenlo con todas las cadenas de acero que puedan encontrar. Bajo ninguna norma, sean delicados con él. Incluso doy permiso para colocar diez formaciones mágicas explosivas alrededor de su celda, ¿entendido?”

“¡Si, su majestad!” Todos los magos respondieron firmemente, a la vez que se inclinaron a las órdenes de su emperatriz Scarlett.

Fue así como, termine siendo aprisionado en la prisión más resguardada y restringida del poderoso reino de Gretta.

Y antes de que me diese cuenta, varios años habían pasado…

 



Capítulo 1


El tiempo había pasado, y antes de que me diese cuenta, más de ocho años transcurrieron desde que me encerraron aquí.

Por lo visto, ya es invierto.

Fue lo que murmuré cuando me desperté con el frio húmedo del lugar. Debido a la poca luz en el lugar, el interior de la celda apenas es visible. Podría decirse que si no fuera por la pequeña ventanita forjada que se encuentra en la lo alto de la pared de la celda, este lugar estaría completamente a oscuras.

La celda tiene pareces circular que me rodean, mientras cadenas desde todos los lados se aferran a mi cuerpo como si fueran miles de serpientes. Las cadenas están incrustadas dentro de mi piel, por lo que si intento forzarlas, estas me arrancaran pedazos de carne y muy probablemente moriré aquí de desangrado antes de poder intentar huir. Aparte de que puedo ver claramente, la formación mágica que se encuentra imprimida del otro lado de los barrotes, una formación mágica que al momento en que salga de la celda, se activara y me destrozada en pasta de carne al instante.

Y por si eso no fuera suficiente, me han introducido varios potentes venenos que sellan todas mis venas de mana, haciendo que la idea de forzar los sellos restrictivos sean algo lejanos. Es imposible. Con tantos restringos, es imposible escaparme de este lugar.

Pero… no me es inesperado todo esto.

El día que me entregue, sabía que esto pasaría, y también sabía que esa mujer no permitiría que me maten. Ya son ocho años desde que me entregue, y no queda más de tres meses para que se cumpla el tiempo límite. 

Kukuku

Mi risa hizo eco en la desolada y oscura celda.

Estoy seguro que esa mujer debe estar ahora mismo como loca por no poder encontrar una solución. Debe de estar desesperada porque el tiempo límite se acerca, y cuando sea el momento, a ella no le quedara de otra que venir a hablar conmigo.

¡Jajajaja señorita Scarlett, espero con gusto nuestra reunión!

Al mismo tiempo, en lo alto del real palacio del reino, un enojado grito de una poderosa mujer hizo temblar las paredes. Muchos sirvientes que estaban cerca, rápidamente reconocieron que el grito furioso pertenecía a su emperatriz, y con algo de sudor frio corriendo por su frente, los sirvientes de inmediato se dieron la vuelta y se alejaron del lugar.

En una gran habitación lujosa que está en la punta más alta del palacio, la gloriosa emperatriz Scarlett destrozo en mil pedazos un informe que los magos enviados al oriente medio del continente, le habían enviado.

El informe era simple y de pocas palabras. Pero fue suficiente para hacer que la ira surgiera en Scarlett a causa de la increíble impotencia que sentía. No podía encontrar una solución, y estaba desesperada y a punto de estallar en llamas. Incluso, parte de su magia de fuego de vez en cuando, debido a su enojo se salía de control y quemaba algunos que otros objetos de la habitación.

¿Pero que podía hacer ella? ¿Qué más podía hacer?

El informe que los magos le habían enviado decía esto:

『No hay resultados favorables. Los magos sanadores y expertos del oriente medio tampoco tienen una solución. Afirman que únicamente el mago que coloco el vil hechizo, puede deshacerlo.』

La joven sirvienta que estaba parada a un lado de la puerta, temblaba al ver a su emperatriz tan furiosa. Temblaba de miedo, mientras temía que en su enojo, la emperatriz pudiese desquitarse con ella.

“E-E-Emperatriz, no se preocupe, aún nos queda por consultar a los magos de todo el este medio. S-Seguro que encontraremos una cura para la señorita.”

“¡Silencio!” Scarlett silencio a la sirvienta, mientras intento regular sus llamas descontroladas, y poco a poco volvió a la estabilidad. 

En su mente, Scarlett no sabía cuántas veces en los últimos años había maldecido y maldecido al mago aprisionado en la torre. El deseo de ir a matarlo había avivado decenas de veces el corazón de Scarlett, pero no podía matarlo. Aun no podía matarlo. 

Si lo matara, perdería cualquier oportunidad que tuviera.

Al menos, tenía que esperar hasta el último momento.

Dejando escapar un cansado suspiro, scarlett ordeno:

“Diles a los magos de quinto grado que están en el oriente medio que regresen, y avísales a los que están en el reino de Irrlis que se preparen y que vayan al reino de Yos para consultar a los magos sanadores de allí.”

“E-Entendido.”

Dejando esas órdenes, Scarlett salió de su habitación con hombros abatidos, mientras bajo las escaleras en espiral, y se dirigió hacia una habitación en el fondo del corredor. Una habitación que estaba rodeado por infinidad de formaciones defensivas de todo tipo. 

Entrando en la habitación, Scarlett se encontró con una hermosa habitación colorida, con paredes pintadas de rosa, y cientos de peluches esponjosos por todos lados. No es difícil de discernir, que esta habitación pertenece a una niña. Al ver todos los peluches, y colores, la actitud seria y fría de los ojos de Scarlett involuntariamente se derritió y sus ojos se volvieron completamente lagrimosos. 

Con pasos algo temblorosos, ella camino hasta acercarse a una cama de sábanas blancas en donde una niña de trece años descansaba dormida.

Scarlett acaricio el cabello rojizo de la niña con gran cuidado, mientras su expresión se volvía increíblemente amorosa, pero a la vez, triste hasta el punto que sus lágrimas no podían parar de caer por sus mejillas.

Con una expresión que jamás ella muestra, se acercó y dio un beso a la frente de la niña, mientras murmura.

No te preocupes, mi niña. Mami te salvara, cueste lo que cueste.



Capítulo 2


Scarlett sabía que no podía asesinarlo. Aunque ella desease destrozarlo, y matarlo mientras hacía salpicar toda su sangre por todo el palacio para desahogar su ira, no podía hacerlo.

No podía hacerlo porque ese maldito mago oscuro fue quien embrujo a su pequeña hija. Ese vil mago fue quien en medio de la lucha entre poderes, con Scarlett dándole casa al mago, él decidió no atacarla a ella sino que ataco a su punto más débil, que no es nada más ni menos que su preciosa hija.

Zeth Sylfon, el mago oscuro, se apareció en una noche por el palacio, y escabulléndose, logro embrujar a Eris von Gretta, la única hija de la emperatriz Scarlett.






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