Capítulo 1.

Sinceramente, la vida no siempre es como lo esperábamos.

Era un domingo en la madrugada, cuando me encontraba sentado en una vieja silla de escritorio mientras observaba la pantalla de la pc. Mi fuerza de voluntad en todo este tiempo que he estado aquí, se había ido reduciendo hasta el punto de que mi rostro bien parecía al de un mismísimo zombi. Mi rostro estaba pálido mientras que mis ojos tenían unas terribles ojeras.

No aguanto más. 

Quiero salir de esto, y echarme sobre mi cama para pasar un buen tiempo de ocio leyendo mangas o viendo algunos animes que amo. O también, quiero echarme a dormir un buen rato, ya que no he dormido desde ayer.

Con ojos como los de un pez muerto, yo, un adulto hecho y derecho, estoy jugando un maldito…. Juego otome.


Sinceramente, la vida no siempre es como lo esperábamos.

Aún recuerdo que desde joven, siempre me decía a mí mismo que algún día sería un adulto destacado con un excelente trabajo. Ganaría miles de dólares y viviría en el lujo mismo, con una casa tan grande como una mansión, un Lamborghini para ir al trabajo y una linda esposa que me acompañase. Eso eran mis ilusos sueños de niño. Con la esperanza de algún día lograr ese sueño, siempre me esforzaba por estudiar los mejor que pudiera mientras me aseguraba de sacar las mejores notas. Prestaba atención en clases, y mis notas siempre eran excelente. Mis padres solían felicitarme cada vez que les mostraba mis resultados escolares.

¡Lo lograre, algún día seré un millonario y podré comprarme todo lo que quiera! ¡Gastare dinero al despilfarro y viviré en una gigantesca mansión mientras hermosas sirvientas me atenderán día y noche!

Eso eran mis sueños.

Pero claro, un sueño sigue siendo un sueño. 

Ahora, con casi 26 años. Sigo desempleado y viviendo en un destartalado departamento dejado por mis abuelos. Mientras que aquellas felicitaciones y esperanzas de algún día volverme rico han quedado completamente en el pasado.

Seguro se preguntan, como es que aquel niño tan apasionado y entusiasta, de ojos brillantes y llenos de esperanzas, ha terminado siendo un jodido Hikikomori sin empleo, ¿cierto?

Es increíble como antes de que siquiera te des cuenta, la vida se te ha ido todo por el puto drenaje.

Ahora siendo un jueves por la madrugada, me encuentro dentro de mi aburrida cueva de hikikomori, sentado enfrente de una pc jugando un maldito eroge que empecé ayer por la tarde.

El eroge es simple, pero bastante divertido se podría decir. Trata de un mundo mágico típico de un mediocre Isekai, con hadas, magos y semi-humanos. En donde un muchacho de 17 años, es teletransportado a este mundo, y comienza a vivir aventuras a la vez que va reuniendo waifus como si de bolas de pokemon se tratase, y crea su harem. Algo bastante usado, con la diferencia de que este eroge esta categorizado para mayores de 18. Eso implica, que tiene contenido sexual explícito y de gran disfrute.

Moví el ratón mientras selecciono las opciones correctas que me aparecen y continúo el juego por unos cuantos minutos hasta que finalmente lo termino, y se muestran los títulos junto con un leve anuncio del siguiente volumen que saldrá para el próximo año.

Ah…

Cansado, me levanto de la silla y me recuesto en la cama. Dejo escapar un largo bostezo a la vez que agarro las sabanas y me las aviento encima…






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