El Hipnotizador
The Hypnotist
By StartDriunrac
Capítulo 001.
Hola, mi nombre es William De Sylfond. Soy el tercer hijo del vizconde Barbaruk De Sylfond y el quinto en la línea de sucesión. Probablemente te preguntes que como siendo yo el tercer hijo de mi padre, soy el quinto en la línea de sucesión, ¿Cierto?
Pues esto se debe a una razón simple, pero a la vez increíblemente discutible la cual es mi aspecto.
Mi apariencia es increíblemente diferente a la de mis demás hermanos y hermanas, incluso es diferente a la de mi padre también. La familia por décadas se ha caracterizado por tener el indiscutible cabello rubio claro con unos ojos verdes almendrados, y una piel clara como la porcelana. Sin duda, es todo un linaje de personas bellas y con apariencias de nobles glorificados. Mi padre y mis hermanos son iguales, todos tienen cabellos rubios y ojos verdes o celestes. Ese estilo de cabello y ojos es algo que ha sido tramitado siempre de generación y generación.
Pero he aquí yo, William De Sylfond, soy un joven que acaba de cumplir sus 15 años, mi rostro es pálido y poseo unas extrañas marcas de ojeras grises debajo de mis ojos, mi cabello es balcón ceniza y las iris de mis ojos son de un rato tono rojizo tensó. Ya te puedes hacer. A la idea de porque estoy en último lugar para la sucesión, ¿cierto?
El día en que mi madre me dio a luz, y mi apariencia fue revelada. Ocurrió un increíble estallido de enojo de mi padre que al verme, agua a mi madre, su primera esposa, de haberle sido infiel y haber engendrados el hijo de otro hombre.
Sinceramente no me extraña que mi padre pensará ello, ya que no nos parecemos en lo absoluto. Y tampoco me parezco mucho a mi madre que digamos. De donde sabe estos rasgos sigue siendo un misterio para mí.
Pero volviendo la tema, ese día al que nací, la familia se vio envuelta en caos debido a los rugidos enfurecido de mi padre que acusó a mi madre de haberle sido infiel. En cuanto a mi madre, se defendió alegando que jamás había sido infiel. Los miembros de la familia veían la discusión mientras que los ancianos fruncían el ceño con enfado. Nadie entendía qué fue lo que sucedió para que yo naciera con estos rasgos, y muchos de los ancianos presentes se encontraban en duda sobre que hacer a continuación ya que al contrario de las amantes y concubinas descartables que el vizconde Barbaruk podía tener y desechar a como él quisiera. La primera esposa, mi madre, no era alguien que simplemente podían elegir descartar y hacer a un lado, ya que mi madre, Emilia Von Lavariel, es la hija mayor del actual patriarca de la noble familia Lavariel y de hacerle algún daño a Emilia, no había duda que el patriarca de la familia Lavariel tomaría acción contra la familia Sylfond.
Los ancianos, y mi padre se encontraban contra la pared y al no poder hacer nada para deshacerse de la primera esposa Emilia, mi padre se vio obligado a tragarse el enojo y olvidar el asunto.
Pero claro, ¿como un hombre podría olvidar algo así?
Desde ese bronces, la posición del hijo de la primera esposa, osea yo, se vio reducida reducirá el punto de ser inferior a los demás hijos más pequeños, decayendo hasta la última posición de sucesión.
Básicamente, lo que mi padre y los ancianos hicieron, es quitarme el derecho a la sucesión de la familia Sylfond, en cuanto a mi madre, ella se vio acorralada a ser echara de la mansión principal para que fuese a vivir en la pequeña y decrépita cabaña que se encuentran detrás de la mansión principal, dentro del bosque perteneciente a la familia.
Es así como fue que mi madre y yo fuimos hechos a un lado por mi padre y la familia, obligados a vivir en una pobre cabaña dentro del bosque.
Pero si tengo que decir algo es que…
Me siento feliz de vivir con mi madre.
…
Regule mi respiración, mientras tranquilice los latidos de mi corazón. Agudice mi vista y observé cómo a lo lejos, a unos 30 metros aproximadamente un lindo conejo blanco y gordo se encontraba comiendo unas hojas de un árbol. El conejo estaba distraído comienzo tranquilamente sin darse cuenta que en la distancia estoy yo, escondido en lo alto del árbol mientras le apuntó con mi arco con flechas completamente listo para disparar.
Hoy tendremos conejo para cocinar… murmuré con una sádica sonrisa alzándose entre mis labios. Solté el arco, y la flecha salió disparada con una velocidad increíblemente veloz. La flecha cortó el aire como si de un relámpago se tratase y golpeó en el centro del conejo. Un triste chillido se escuchó y el conejo pataleo por unos segundos hasta morir y quedar allí, incrustado por la flecha.
Me baje del árbol con un salto giratorio, y corrí a recorrer mi presa casada. Tome el conejo desde las orejas y lo guardes en mi bolsa personal. Dentro de la bolsa ya tengo algunas serpientes y tortuga que logré encontrar antes, y ahora le agrego un conejo a la cena de esta noche.
"Madre seguro que estará feliz con esta cantidad." Comenté a la vez que guarde las flechas y comencé a volver por el camino de tierra, rumbo hacia mi casa.
Mi casa, o mejor dicho, la cabaña en donde vivimos madre y yo se encuentra en la zona este del interior del bosque. Debido a que me crié aquí desde muy temprana edad, conozco casi todo el bosque como si de mi patio trasero se tratase. Tomando unos cortos atajos, no me tomó más de unos pocos minutos para llegar a mi hogar. Ni bien salí de entre los arbustos, un grito enojado me llamo.
"Will, cuantas veces te dije que no regreses desde ese lado del bosque. No te olvides que por ahí están los nidos de serpientes, es peligroso!" Salte del susto al encontrar a mi madre esperándome en la entrada. Sudor frío corrió por espalda, mientras agache la cabeza cabizbaja y me acerque a mi madre.
Mi madre me miró con un rostro enojado, mientras me inspección de arriba a abajo, revisando que no me hubiese lastimado.
"No te has lastimado, ¿cierto?”
"No, madre…" Respondí.
Mi madre asintió y luego cambio su rostro enojado a una sonrisa, ella sacó de detrás suyo un regalo que me había estado guardando para hoy.
"¡Feliz cumpleaños, mi Will!”
Una sonrisa algo tímida se mostró en mi rostro mientras recibí en mis manos el regalo. El regalo se trata de una reluciente espada de acero forjado que fue comprado por mi madre con una gran parte de su ahorros. La espada no solo es increíblemente hermosa al desprender una fría sensación de hierro forjado, sino que su filo es increíble. No hay duda de que esta espada fue increíblemente refinada al momento, y si no me equivoco, este nivel de profesionalismo en armas es únicamente disponible desde los…
"¿A-Acaso esta es una espada fabricada por los (+++?" Pregunte con una voz temblorosa de la emoción.
La sonrisa de mi madre se amplió más aún, mientras alzó su abultados pechos y colocó sus manos en su cintura con una pose triunfante.
"Jojo que crees, ¿acaso pensaste que yo, tu madre, te daría un regalo barato y desechable? Hoy es tu quinceavo cumpleaños y desde hoy eres ya un adulto, por lo que me trabaje bastante duro para conseguirte esa espada, así que cuídala bien, Will."
"¡Gracias, mama!"
Sonreí de oreja a oreja al ver mi nueva reluciente espada en mis manos.
¡Es mucho más pesada de lo que creí, pero no importa! ¡El hecho de que es pesada debe ser una muestra de su increíble calidad!
Sujeta temprano, por lo que luego de comer, me pase un buen rato practicando con la espada en el patio de casa. Practique variado cortes rectos, mientras me iba acostumbrando al peso de la nueva espada. Finalmente al cabo ese una hora, el cielo comenzó a oscurecerse y al ver que mi madre ya se había acostado a dormir, me dispuse también a echarme a dormir.
Cómo está cabaña es increíblemente pequeña, y simplemente cuenta de una pequeña cocina, un fregadero, una sala de estar y una sola habitación pequeña. No hay espacio para poner dos camas, por lo que siempre mi madre y yo tenemos que dormir en la misma cama.
Ingrese a la habitación con cuidado de no hacer ruido y o serve que mi madre ya se encontraba dormida entre las sábanas, vistiendo simplemente un cálido delgado que exponía bastante sus piernas y su escote, haciendo que se viera increíblemente hermosas con la luz de luna que ingresaba desde la ventana. No hay duda que pese a la edad treintañera de mi madre, ellas sigue siendo hermosa y casi que no tienen arrugas. Su piel sigue tan suave como siempre y su aspecto maduro desprende una fuerte sensación maternal de madre.
Lo mire por donde lo mire, ella es una increíble mujer.
Aún no entiendo cómo es que mi padre, alguien que de por sí es de mal carácter, logró casarse con alguien tan hermosa como mi madre.
Si bien mi padre tienen una apariencia bastante destacable y llamativa debido a su rubio cabello, eso no cambia en que ir en carácter mi padre es horriblemente mezquino y arrogante. Es un hombre que no me enorgullece en lo absoluto de ser mi padre. Quizás debido a ello es que no me importa mucho si soy o no soy un hijo verdadero de mi padre. Podría decirse que me da igual cualquiera de las opciones.
En más, un cierto aspecto de mi desea que yo no fuese hijo legítimo de mi padre, pero otro lado me dice que sí debería de serlo. No lo sé. Y no me importa mucho.
Me acosté en la suave cama, y cuando estaba por dormirme, los brazos de mi madre me envolvieron y me trajeron hacia ella, abrazándome entre sus cálido abrazo. Haciendo que a su vez, mi rostro se enrojeció ligeramente al ser apretado por esos dos suaves bultos. Pero al notar que mi madre seguía durmiendo, me sentí un poco aliviado y finalmente cerré mis ojos y me dormí utilizando los pechos de mi madre como una especie de almohada.
1600p
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