Dia 1
Era un martes temprano en la mañana, me encuentro viajando en autobus rumbo a la universidad cuando, un violento chillido se escucha. El autobus frena de golpe y la inersia casi me tira al suelo, varios de los pasajeros tambien fueron sacudidos, algunos cayeron y otros lograron sostenerse.
¿¡Que diablos!?
Jadeé adolorido, aunque evite caerme, no pude evitar pegar mi frente contra el robustal del asiento que tenia enfrente. Me frote con dolor la zona del impacto, ese sí que fue un duro golpe. No salio sangre pero probablemente me cresca un gran chinchon mas adelante.
Pero haciendo eso a un lado, ¿Por qué diablos nos detuvimos?
¿Acaso chocamos?
Los pasajeros se asomaban desde las ventanas para intentar ver que habia sucedido.
Un choque habria sido lo mas predecible tomando en cuenta que viajabamos por una carretera en hora pico, pero extrañamente las reacciones no parecian dar esa impresión.
“Oye, mira esto… hay gente enloquecida enfrente.”
“¡Oh, dios mio!”
“¿¡Qué es eso!?”
Enfrente, una marea de gente corria despavorida huyendo de algo que estaba mas adelante del carril. Conductores salian de sus autos para intentar entender el desenfrenetco caos de la carretera. Incluso nuestro chofer de autobus abrio la ventanilla y asomo la cabeza para intentar ver que diablos estaba sucediendo. A lo lejos, sonidos de bosinas se escuchaba.
El sonido de una patrulla tambien se podia oir.
¿Qué esta pasando?
Y finalmente ocurrio…
¡Boom! ¡Boom!
“¡Mierda! ¡Son disparos!”
Los pasajeros gritaron y procedieron a agacharse.
Algunos directamente se tiraron al suelo, otros se escondieron tras los asientos.
¿Acaso es un jodido atentado?
El chofer de autobus intento poner marcha atrás al autobus, pero tuvo que frenar de golpe ante los aullidos de la bosina del auto que estaba detrás nuestro. No podiamos ir para adelante ni para atrás. Estabamos atascados, completamente atascados. Los demas autos ante los continuos disparos varios carriles por delante, intentaban tambien encontrar una forma de regresar, las bosinas desordenadas, los gritos y maldiciones, la gente huyendo despaborida.
Cuando el caos se desata, este es dificil de disuadir.
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