Capítulo 1: Soy un ciego

Wen Xu despertó sintiendo que se hundía en el abismo.

Lo envolvía un mundo infinito en donde reinaba el silencio absoluto. No había sonidos, no había luz, solo la infinita negrura y la sensación de ingravidez y frialdad que lo arrastraba mas y mas abajo.

¿Acaso así se siente la muerte? Se preguntó, todavía recordando vívidamente como murió atropellado por un camión de carga. 

La horrible experiencia de morir, la sensación de aplastamiento, el dolor, la sangre filtrándose desde su cuerpo, el agotamiento, la frustración, ese ultimo momento de vida cuando siente realmente el horror de lo que es experimentar como tu existencia se desvanece. Como la vida se escapa de tu cuerpo. Era una experiencia que Wen Xu ni siquiera le desearia a su peor enemigo. Todas esas emociones y sensaciones aun permanecían latentes en su alma.

Tras morir, había despertado en este sitio.

Sumergiéndose mas y mas hacia lo profundo del abismo de lo desconocido.

¿Dónde estaba? ¿Es acaso este el camino hacia alguna clase de más allá?

No podía entenderlo.

Siempre creyó que una vez muerto, su alma viajaría sin forma a algún panteón o alguna clase de reino celestial. Pero este lugar no se parecía a ninguno de los dos. O mejor dicho, este lugar parecía estar repleto de…  ¿agua?

Como si una corriente eléctrica le hubiese atravesado, la repentina realización lo golpeo como un trueno: ¡Se estaba ahogando!

¡No estoy muerto!

Grito por dentro con un sobresalto, el instinto de supervivencia lo sacudió con fuerza, obligando a sus extremidades a moverse con desesperación. Wen Xu comenzó a luchar por vivir. Por volver a la vida desde aquel abismo que parecía atraerlo hacia las profundidades. Brazos y piernas lucharon contra el peso del agua, su corazón empezó a golpear su pecho con furia.

Wen Xu necesitaba salir, necesitaba salir para poder respirar.

Necesitaba salir para poder vivir.

Mientras pateo con fuerza sus piernas en el agua, Wen Xu sintió como fragmentos de nuevas memorias empezaban a resurgir desde su cerebro. Pero la situación era tan apremiante y urgente, que no tuvo tiempo de prestarle atención. Ahora mismo, mientras luchaba por subir, Wen Xu únicamente podía enfocarse en una sola cosa:

¡Sobrevivir y salir del agua!

***

Tras nadar hacia lo que creía que era arriba con todas sus fuerzas, Wen Xu finalmente rompió la resistencia liquida y emergió de las profundidades con un jadeo desgarrador, devorando el aire como si fuese su primera bocanada de vida. Tosió agua desde su garganta mientras temblaba, sintió la helada brisa sobre su piel mojada mientras seguía pateando por debajo para mantenerse a flote.

Contrario al silencio de abajo, al emerger del agua Wen Xu se encontró rodeado de voces distantes, específicamente; carcajadas y risas de burlas que parecían dirigirse a él.

Pero lejos de prestarles atención, Wen Xu se encontró con un problema bastante gordo.

Ya estaba afuera del agua, ya estaba fuera de ese mundo oscuro y sin sonidos.

Pero entonces…

¿Porque mi mundo seguía a oscuras?

Alarmado, Wen Xu giro su cuello, mirando hacia los lados, arriba, abajo, al horizonte, al costado, mirando hacia todos los lados en un desesperado intento por buscar cualquier rastro visible de luz, pero no había nada. La negrura cubría toda su visión. 

Podía escuchar las risas en la distancia, pero no podía ver a las personas, podía oír el sonido de la brisa meciendo los arboles cercanos, pero no podía verlo, incluso podía sentir el suave calor del sol por encima de él, pero no podía verlo.

El mundo a su alrededor claramente estaba vivo, enérgico y lleno de sensaciones y colores.

Pero… no podía verlo.

“Esto es…¡¡No puede ser!!”

Fue en ese instante, que la realización lo volvió a alcanzar como un trueno haciendo estremecer todo su ser.

La respuesta era simple pero tan agobiante y frustrante que estrujada su corazón con el peso de un martillo gigante.

- No podía ver.

Wen Xu, estaba ciego.

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