quiero que me crees un prologo en donde una chica geek de pleno siglo 21 es reencarnada en un mundo medieval como una jovencita noble de 15 años de la familia Arcanisten, como la 5ta hija de la familia. El prologo comienza con ella siendo ayudada por la fiel maid a ponerse un apretado y molesto corset de la epoca, lo ultimo en moda de plena epoca medieval, con ella quejandose internamente pero intentando actuar como su nueva identidad de 15 años. Ya ha pasado 1 semana desde que ella desperto en este nuevo cuerpo en este nuevo mundo, y aun le cuesta adaptarse.

Claro, aquí tienes un prólogo inspirado en tu idea:

EJEMPLOS

El sol de la mañana se filtraba a través de las pesadas cortinas de terciopelo, iluminando la habitación con un brillo dorado. Allí estaba ella, de pie frente a un espejo de cuerpo entero, mientras su fiel doncella, Elise, luchaba con los cordones de un corset que parecía diseñado más para la tortura que para la moda.

"Milady, por favor, respire hondo," dijo Elise con una sonrisa paciente, aunque sus manos temblaban ligeramente por el esfuerzo.

Por dentro, ella—o más bien, la chica geek del siglo XXI que ahora habitaba este cuerpo—gruñía. ¿Respirar? ¿Cómo se supone que respire con este aparato medieval aplastándome las costillas? Pero en lugar de protestar, se limitó a asentir con una sonrisa forzada, recordándose que ahora era Lady Seraphina Arcanisten, la quinta hija de una familia noble.

Había pasado una semana desde que despertó en este mundo, en este cuerpo, y todavía no podía acostumbrarse. Las reglas, las costumbres, incluso el idioma, aunque de alguna manera lo entendía, todo era un desafío constante. Pero lo más difícil era actuar como una jovencita de quince años, cuando en su mente seguía siendo una adulta acostumbrada a la tecnología, los videojuegos y las comodidades modernas.

"Perfecto, milady," anunció Elise finalmente, dando un paso atrás para admirar su trabajo. El corset estaba ajustado, el vestido caía en cascadas de seda y encaje, y Seraphina parecía cada centímetro la noble que se esperaba que fuera.

Perfecto, pensó ella con sarcasmo, mientras intentaba no desplomarse por la falta de aire. Solo me falta aprender a caminar sin desmayarme.