⌨Capítulo 03 – Capítulo 03
“Realmente espero que cooperen y aprendan del maestro,” dijo mi madre, mostrando una cara estricta pero con sus labios ligeramente curvados en una sonrisa. Asintiendo varias veces para si mismo, mirando a sus hijos desde izquierda a derecha. “No me decepcionen, quiero que la casa collins ingrese a la real academia el próximo año.” Agregó al final.
Desde marcos hasta Liliana sintieron el peso de las expectativas de padre.
Marcos apretó sus puños y mostro una expresión de determinación, quizás confundiendo esta tarea como algo que revalorizada aun más su posición como futura cabeza de la casa collins, y lanzándome una mirada de rivalidad así como malas intensiones.
Liliana por otra parte, intento mantener la calma en todo momento, pero incluido así pude notar que cuando se menciono “la real academia” sus pupilas temblaron con un brillo de excitación y emoción. Pude notar que contrario a mi hermano que simplemente veía esta misión como otra tarea mas para revalorizar su estatus,. Lilia realmente anhela ir a esa academia, realmente anhela… dejar atrás esta isla.
Yo por mi parte, me rasque la cabeza con incomodidad ante la mirada de expectativa de mi padre.
Sinceramente… no me interesa nada de esto.
En mi anterior vida ya tuve mi etapa de ser estudiante, de pasar horas leyendo libros aburridos con el fin de aprobar un examen de mierda que al final de mi vida, no sirvió para nada.
Realmente no me interesa volver a vivir aquello.
Pero al mismo tiempo, me sienta algo incomodo y hasta culpable plantar mi rechazo en este momento.
La mirada de este hombre, realmente parece esperar que sus hijos lo logren.
Esa mirada, parece creer… que realmente soy Loky Collins en este cuerpo.
Sentí que no podía mirarlo a la cara a este hombre.
Inconscientemente, di un paso atrás mientras intentaba mantener un perfil bajo.
Pero obviamente no podía escapar de esta situación.
Mire al gordo profesor de barbilla altiva que se presentaba con gran galarderia relatando sus grandes logros en la capital como maestro de innumerables hijos de nobles, mi padre asentía como un pato, feliz de haber encontrado al hombre ideal para el trabajo.
Yo por otro lado, tenia mis dudas sobre la galarderia del gordo profesor.
Pero…
Deje escapar un agotado suspiro.
Supongo que podría seguirle el juego, al menos por un tiempo hasta que piense en una forma de salir de este embrollo.
*
Es así, como al día siguiente de la cena, desperté a primera hora de la mañana, afuera podía notar por la ventana de mi habitación que aun estaba de noche, el sol del amanecer aun no había salida. La mansión permanecía en silencio con todos durmiendo salvo los guardias aburridos que deambulaban por el jardín de la mansión, haciendo guardia.
Inconscientemente, mientras me quitaba las sabanas de encima, intente mover mi mano para apagar la alarma.
¿Mhm? Oh, cierto… jaja
Me reí.
Incluso en mi otra vida, las costumbres de levantarme 5 minutos antes de que suene mi alarma para ir al trabajo seguían vigentes. Mirando el cielo, pude estimar que eran las 5 de la mañana, horario en que siempre me despertaba.
En un rato Sebastián podría venir a despertarme acompañado de aquellas sirvientas para ayudarme a cambiarme.
Recordando el traumático suceso de ayer, en donde fui desvestido, limpiado y cambiado por un par de mujerzuelas sirvientas, me rostro se torno serio y comencé inmediatamente a cambiarme. No quiero volver a repetir aquello.
Al terminar de cambiarme, sentí como toda mi ropa apretaba mi cuerpo y se sentía incomoda. Simplemente horrible, realmente no puedo imaginar como la gente de este mundo podría ir vestida con ropas tan incomodas.
De tan solo llevar este traje apretado para entonar mejor la apariencia de uno en vez de la comodidad, sentí que parte de mi libertad anhelada se escapaba de entre mis dedos.
Realmente, mi primer día en este mundo y ya comienzo a odiar este tipo de ropa.
*
La primera clase que daría el profesor recién llegado se iba a realizar en el jardín de la mansión, tomando en cuenta que estábamos en plena época de verano y el sol caliente había convertido en un horno casi toda la mansión, se tomo la decisión que el lugar mas refrescante como cómodo seria el patio, bajo la sombra de los arboles frutales al mediodía.
Cuando llegue al patio, marcos y Lilia ya estaban esperando en el lugar.
Marcos estaba sentado perezosamente mientras limpiaba una vieja espada de madera, pude notar que recién había terminado su entrenamiento de espadas. Por otro lado, Lilia estaba sentada de piernas cruzadas, leyendo un libro mientras también esperaba.
¿Me esperaban?
Obviamente que no.
De hecho, me sorprendí al llegar y no ver en ninguna parte al eje central de esta clase.
Hablo del profesor que aun no llega.
Maros al verme llegar, frunció las cejas, pero luego sonrió con burla mientras alzaba su espada de madera para mostrarla ante mis ojos.
“Buenos días hermanito, mira recién vengo de entrenar. ¿Qué dices? ¿Te gustaría tener un pequeño encuentro con tu hermano y continuar nuestra charla de ayer en donde la dejamos?”
Ignore a Marcos, y cruce sin prestarle atención a su tonta provocación, por otro lado, Lilia me miro por unos segundos, pero al ver que no era el profesor, rápidamente volvió a su lectura sin interrupción.
Busque un lugar cómodo para sentarme y esperar.
Luego de toda la fanfarronería y galarderia de ayer, ¿enserio este tipo va a llegar tarde en nuestra primera clase?
¿y así se hace llamar un profesor de alta reputación en la capital?
Fruncí el ceño molesto, aunque también pensé que puede que este mundo no este tan marcada la costumbre del llegar a tiempo como en mi anterior mundo.
Y pensándolo bien, también sentí que esto no era tan malo después de todo.
No es que yo quiera estar aquí después del todo, incluso mas adelante podría utilizar esto como excusa para saltarme un par de clases o llegar tarde.
Tras varios minutos de espera y cuando comencé a pensar que ese gordo profesor simplemente no vendría a dar la clase, su gorda figura apareció al otro lado del pasillo que daba al jardín. Sus pequeños pies caminaban con pasos pesados pero cortos en distancia, que simplemente hacia que su velocidad fuese increíblemente lenta al caminar. Aun así, el tipo apareció con la misma mirada de altivez y barbilla en alto que ayer.
Realmente al tipo no parecía importarle si llegase a tiempo o tarde.
Me sentí confundido ante ello.
Después de todo, esta era una casa noble para que este profesor actúe con tanta prepotencia y arrogancia. ¿De donde diablos sacaba esa confianza? Gire mi mirada hacia Marcos y Lilia y note que ambos tenían sus cejas ligeramente fruncidas, pero extrañamente ninguno de los dos protesto. Solo marcos chasqueo los labios mientras murmullo: “… maldito creído, solo porque padre gasto una enorme suma de dinero para traerte desde la capital no significa que puedas actuar creído…”
Allí entendí que sucedía.
Somos una isla, una isla alejada del continente.
Podría decirse que somos como una ciudad pueblerina de poca monta a 45 kilómetros en el mar del continente, tenemos la misma relevancia e importancia actualmente que un pueblito de poca montas. Obviamente no mucha gente estaría dispuesta a venir a la isla, de hecho, son pocas las personas que llegan a esta isla al año.
La única excepción es la cámara de comercio que se encarga de comerciar con la casa collins, pero fuera de ello, nuestra relevancia geográfica y política es casi nula.
Es por ello, que padre tuvo que hacer un gran esfuerzo para traer a este profesor a la isla.
Probablemente tuvo que pagar un gran dineral, a sabiendas de que no tenia otras opciones ya que nadie quiere venir.
En la mente de este gordo profesor, debe sentirse como un ser superior en esta isla.
Después de todo, es alguien con fama y talento que viene desde la capital.
Ve a toda esta isla y su gente como pueblerinos ignorantes e ingenuos que están totalmente desconectados del resto del mundo.
Es por ello que, se siente confiado que el vizconde no lo reemplazada ya que no tiene con quien.
Es por ello que, ahora mismo, delante de los 3 hijos de la casa collins, este gordo profesor aun mantiene su mirada en alto con su barbilla en lo alto reflejando su arrogancia.
**
La primera
clase que daría el profesor gordo seria la historia del imperio.
Frente a
nosotros, con una pizarra detrás y un soleado sol reflectante bajo las sombras
de los arboles, el profesor se seco su grasiento sudor de su frente mientras se
acomodo los tirantes de su túnica los cuales casi parecía que iba a reventar
sus botones y saldrían disparados como flechas hacia nosotros debido al
abultado y obeso estomago del profesor. La grasa de su cuello tembló mientras se
aclaro la garganta y luego extendió ampliamente sus dos brazos cortos hacia los
lados mientras carraspeo con teatralidad, casi como si estuviera leyendo el
mantra de su vida.
“¡Gloria al Trono
Dorado, origen de la ley y el orden!”
Dictamino el
profesor en alabanza, mientras agrego: “Que se escuche la historia del imperio,
y que cada oído recuerde su deber. Vivimos y morimos, para el imperio y por el
imperio. Es por ello que yo, Balburk Gloris, ahora en este presente, pasare a compartir
con ustedes la gloriosa historia de nuestro amado y glorificado imperio.”
Clamó el
profesor, volviendo a remarcar la palabra “Glorioso” en su discurso.
El profesor tembló
por un momento, mientras respiraba agitadamente ya sea por la excitación de dar
el discurso o por el calor veranial que empezaba a sentirse en la isla. Y con
gotas de transpiración bajando por su cuello como glaseado derretido, continuo narrando
la clase de historia en voz firme, casi autoritaria. Su barbilla jamás dejo de
estar en alto, y sus ojos casi parecía insinuar el gran honor que era para
nosotros, a su punto de vista, simples plebeyos ignorantes de una isla en medio
de la nada, escuchar la maravillosa historia imperial.
“Para comprender
nuestro lugar en el mundo,” comenzó, dándose vuelta hacia el pizarrón y
escribiendo una serie de consignas con la barra de carbón en mano. “Debemos
primero conocer como llegamos a este presente de orden y civilización. ¿Y que
mejor punto de partida que el Concilio de Lagrimos, hace ya cuatro siglos, donde
los siete reinos se unificaron bajo una única luz, la del Primer Emperador
Dorado?”
Hizo una pausa
casi dramática. Silenciosa, dejando que la suave brisa de verano meciendo las
hojas de los arboles fuese el único sonido. Ni mi hermano Marcos ni mi hermana
Liliana parpadearon. Ambos estaban sentados con la espalda recta, escuchando
con atención, aunque lucían… pocos impresionaros.
Y no era de
esperar, habían varios libros de historia imperial en nuestra biblioteca, y el
origen del imperio tras unificar a las antiguos siete reinos que pasarían a
convertirse en las seis grandes casas nobles del imperio, era bastante
conocida. Pero esta era la primera clase, obviamente se debería empezar por el
origen.
Aun así,
mientras Marcos y Lilia permanecían atentos a la clase, yo en cambio, sentía
como la silla se volvía cada vez mas incomodo. Como si el respaldar quisiera
echarme del lugar.
“La historia,”
continuo el profesor, “no es solo una colección de fechas. Es el reflejo de la
voluntad imperial. Aquellos que desafían el orden, desaparecen. Aquellos que obedecen,
prosperan y quedan glorificados. Así ha sido desde siempre, y así seguirá
siendo bajo la gloria del imperio.”
Instintivamente
mi ceja se alzo.
¿Desaparición?
¿Prosperidad?
El tipo
hablaba como si obedecer al imperio fuese una virtud suprema.
Como si vivir
bajo las reglas de un monarca fuese un privilegio, algo por lo que estar
agradecido.
¿Qué diablos
les enseñaban a los jóvenes en este mundo?
¿Servidumbre
eterna?
¿Glorificación
de la obediencia?
De tan solo
escuchar esas palabras de alguna forma me provocaba repugnante, casi vomitivo.
En mi vida anterior,
también nos enseñaban eso, “trabaja duro y serás recompensado” decían.
Mentiras.
Trabaje toda
mi vida hasta la madrugada, levantándome con ojeras que parecían tatuajes
permanentes, alimentándome de café barato y pan de supermercado, ¿para qué? ¿Cuál
fue mi maravillosa recompensa?
Una vida llena
de frustración y agotamiento.
Mori sin
siquiera haber disfrutado la mitad de mi vida.
Una vida entera
echada a perder por seguir la corriente y dejarme pisotear por las reglas y
obligaciones de mi mundo.
“El emperador
no solo unifico las tierras. También unifico las almas de todos los pueblos y
ciudades de los siete reinos. Bajo su mando, dejamos atrás la anarquía tribal
que nos caracterizo en las guerras coloniales y abrazamos la estructura, la jerarquía
y el propósito.”
Bramó el
profesor, maravillándose ante su propia exposición.
Marcos asintió
ligeramente, sin darle mucha relevancia a las palabras, por otra parte Lilia
anoto algunas notas en su cuaderno.
Yo por mi
parte, sentí una punzada en las sien.
Jerarquía y propósito.
“Loky, ¿estas
prestando atención?”
Un llamado me
hizo volver al presente.
El profesor había
notado mi desconcentración, así que me miraba por encima de su nariz ancha, su
mano aun suspendida en el aire tras haber trazado varias notas en el pizarrón.
El profesor notando que estaba desconcentrado, frunció el ceño.
“Sí, profesor.”
Respondí, acomodándome en mi silla.
“Entonces,
¿puedes repetir cual fue la mayor virtud del Emperador Dorado según el códice
de Nivor?” pregunto el profesor, lanzándome dicha pregunta. Marcos y Lilia también
se volvieron hacia mi, uno con una sonrisa de burla y diversión de que
estuviera en problemas, la otra con una mera curiosidad por ver si podía
responder correctamente.
Mi lengua se
quedo a mitad de camino mientras sentí que respondía entre sarcasmo y respeto:
“El… don de
unir al pueblo bajo una misma voluntad.” Dije, casi soltando una risa, aunque
la contuve y mantuve mi expresión neutral.
“¡Correcto!”
exclamo el profesor, satisfecho. “¡Una misma voluntad! Unidad. Orden.
Obediencia.” Bramó lleno de fanatismo el profesor, escribiendo las tres
palabras en tamaño enorme en el pizarrón, casi ocupando todo el espacio.
Sentí un
bostezo subir por mi garganta mientras escuchaba la clase. Intente tragármelo,
pero fue inútil.
Un pequeño bostezo
reprimido se me escapo.
Oh, mierda.
La cague.
La vos fanática
del profesor se congelo mientras las miradas volvieron hacia mí.
El profesor
dejo la pizarra y frunció el ceño mientras sus ojos redondos como semillas
rodeados de grasa, se achicaron, centrándose en mi con una aguda y fría mirada.
Claramente escucho el bostezo de recién.
“¿Algo que
decir, joven Collins?” pregunto el profesor, casi como si su pregunta fuese un
interrogatorio. Su vos llena de una frialdad helada.
“No, señor.
Solo…” Basile por un momento, antes de agregar. “algo de cansancio nomas.”
“¿cansancio en
tu primer día?” bufo el profesor, soltando una sonrisita de desprecio. “espero
que no te hayas vuelto débil por criarte en esta isla, joven collins. Debe
saber que el examen de ingreso a la real academia es intentado por decenas de
cientos de jóvenes talentosos que serán sus competidores por una bacante. Si
quiere cumplir con las expectativas de su padre, será mejor que duerma temprano
y preste atención a la clase. Recuerde que, en el continente, los jóvenes
nobles estudian desde el amanecer hasta el anochecer.”
Informo el
profesor, con su rostro adornado en una sonrisa fría y burlona.
El profesor probablemente
pensó que esa información me pondría pálido de nervios.
Después de
todo, la competencia para ingresar a la real academia es feroz, eso ya lo
sabia, pero que te lo recuerden de esa manera tiene cierto impacto en tu
confianza sin lugar a dudas.
Pero contrario
a lo que pensaba el profesor, simplemente me reí.
¿Y para qué?
Me pregunte.
¿Para que dedicarle
tantas horas de estudio para ingresar a esa escuela de nobles?
Simplemente me
recordaba a las noches de insomnio que pase estudiando sin dormir para ingresar
a la universidad, y que luego de graduarme, terminase como un asalariado esclavizado
que vivía para trabajar sin descanso.
¿será que en
este mundo terminare igual después de graduarme de esa escuela?
Jaja
Me burle por
dentro, aunque me limite a asentir por fuera.
Sin mostrar
mucha reacción a las palabras del profesor.
Aunque note
que alguien si salió mas afectado que yo, y esa era Lilia.
Lilia apretó
con fuerza su agarre en la pluma de escribir mientras bajo su mirada, su
cabello cubrió su expresión, pero sentí que la presión sobre ella por la
dificultad de ingresar a la real academia se sentía viva.
Marcos por el
contrario, frunció el ceño competitivamente y se reacomodo en la silla, para
prestar mas atención a la clase. Él no mostraba tanto entusiasmo por la real
academia como parecía mostrar Lilia, pero si le prestaba atención a la
posibilidad de reforzar aun mas su estatus como hijo heredero de la casa
collins.
Y no parecía
tener la intención de dejar pasar esta oportunidad de apuntalar su titulo de heredero
collins.
Pero volviendo
a la clase, el profesor notando las expresiones de marcos y Lilia, asintió
satisfecho de haber logrado su objetivo de infundirles presión y miedo, y luego
volvió a la pizarra para seguir narrando la historia imperial.
Para marcos y Lilia,
probablemente no podían entender porque alguien no estaría extasiado ante la
idea de servir al imperio y al orden.
Pero yo si lo
sabia.
Porque ya había
vivido una vida en donde había seguido ordenes y jerarquías hasta el
agotamiento.
Y sinceramente…
no tenia energías para volver a repetirla.
2800p
Bastante bienardo
ResponderBorrarAunque deja algo tonto al protagonista por no prestar atención en clases, así q sería bueno q el siguiente capítulo despeje esa idea iniciando con un prota revelando q si bien no presto atención, los recuerdos del Loky Collins original ya contenían la a información conocida del imperio, y así podría pasar a contar un poco del imperio, el conocimiento q sabía sobre las 6 casas nobles, y lo básico, dejando a flote q su conocimiento no era tan tergibersal como la del profesor, el cual pasó mas horas elogiando el imperio en vez de narrar la historia correctamente, volviendo a poner en ligera duda al prota sobre la 'famosa' reputación de este profesor.
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