• akari 01


“¡No tienes a donde huir Demonio Zening! ¡Entrega el grimorio inmortal y te perdonaremos la vida!”

“¡Ríndete! Has usado todos tus talismanes. Tus meridianos están rotos. Ya no tienes a donde escapar.”

“No necesitas llegar a estos extremos, joven demonio Zening. Simplemente entrega el grimorio, y podemos llegar a un acuerdo. El Clan Zhang esta abierto a ofrecerte un refugio si entregas el grimorio.”

Decenas de viejos expertos del mundo inmortal se apilaron para rodear un antiguo acantilado en donde, una joven mujer de cabello negro largo se encontraba acorralada. Su nombre era Akari, la ultima descendiente del clan Zening, y una de las mayores expertas y asesinas del continente Azul.

Akari mantenía su mirada fruncida con desprecio mientras miraba a esos viejos huesos que la rodeaban. Su situación era critica y al borde de la muerte, su ropa estaba rasgada exponiendo parte de su pálida piel junto a heridas de cortes y golpes que recorrían todo su cuerpo.

Bajo sus pies, un charco de sangre se había formado producto de sus graves heridas.

Akari se estaba desangrando, podía sentir como lentamente su sangre se filtraba desde sus heridas abiertas, y el frio helado del acantilado calaba entre sus huesos como cuchillas.

Tras meses de estar huyendo, finalmente se encontraba completamente acorralada, pero pese a ello, Akari mantuvo la compostura. Su expresión permaneció fría e inexpresiva, con sus ojos reflejando un abismo de frialdad mortal que podría estremecer hasta el mas viejo experto. Pero lejos de ello, con todos reunidos, muchos de estos viejos huesos que no se atrevían a pararse delante de la legendaria asesina Akari anteriormente por miedo a tener sus cabezas rebanadas, ahora dejaban ver su fea arrogancia y codicia. 

Sus ojos repletos de feas intensiones, y algunos hasta de deseo y obscenidad, no podían apartarse de la joven belleza de rostro helado. Aparte de ser atraídos por esa increíble belleza que parecía sacada de cuentos celestiales, sus miradas también se desviaban hacia un viejo libro que Akari sostenía en una de sus manos.

Ese libro de tapa negra, de aspecto común y corriente, que fácilmente podría ser confundido como basura por estos viejos huesos, en realidad era un antiguo grimorio inmortal heredado desde la era en donde los dioses reinaban este mundo.

¡Un grimorio dejado por dioses inmortales!

Tan solo mirarlo, muchos de estos viejos huesos sentían que sus pupilas se contraían y sus respiraciones se ralentizaban. ¡Tengo que obtenerlo! ¡Ese grimorio contiene el secreto para alcanzar la verdadera inmortalidad, no puedo permitir que caiga en manos ajenas! 

Clanes de cultivadores como familias ancestrales se habían reunido en este acantilado en busca de aquel grimorio.

Todos, esperando el momento, el segundo en que, la codicia superase el umbral de la corduda y se desatara el caos sangriento, la lucha para decidir quien lograría quedarse con aquel grimorio que ahora, estaba en manos de aquella mujer.

Incluso pequeños cultivadores que recién comenzaban a hacerse un nombre, se habian reunido con la esperanza de aprovechar el caos que se desataria en el momento que el grimorio se desprendiera y cayera ante la jauria de lobos para probar suerte.

Akari curso sus rojizos labios en una sonrisa.

“¿Quieren esto, verdad?” se burlo mientras alzo delante de sus ojos el viejo libro que alguna vez, fue un simple libro olvidado y cubierto de polvo entre la basura acumulada de su familia.

Ella se divirtió al ver como los cientos de ojos de estos huesos viejos seguían con la mirada al viejo grimorio sin despegarse ni un segundo, casi como polillas atraídas a la luz. Obviamente, ella no era una ignorante. Sabia que al mas mínimo descuido, en el momento que bajara su guardia, estos lobos con piel de oveja se abalanzarían a la velocidad del rayo para robarle el grimorio.

Su sentido divino cubría un radio de 50 metros a su alrededor en todo momento, ni una sola pelusa o mosquito podía escapar a su sentido divino.

Akari pudio detectar al instante cuando alguien intentara cruzar ese radio de detección.

Varios de esos viejos huesos ya lo habían intentado, creyendo o siendo engañados por Akari para creer que la joven experta bajo su guardia, solo para terminar con sus cabezas rebanadas y sus cuerpos mutilados. De hecho, en ese radio de 50 metros que rodeaba a Akari, varios expertos descuartizados cubrían el suelo, extremidades como cabezas cortadas se encontraban acumulados que si se reunían, podrían formar una pequeña montaña. Todos ellos, habiendo sido expertos de renombre en el continente azul.

Todos ellos, habiendo sido parte de la cima del mundo inmortal.

Ahora, formando parte de la colección de muertes a manos de Akari, la ultima Zening.

“¿Me protegerás?” pregunto Akari, en un tono burlón al ultimo anciano que había hablado. “Me darás un refugio luego de haberme perseguido por todo el continente, y acorralado en esta situación.” Digo Akari, burlándose de la simple idea.

El viejo cultivador fruncí el ceño con enojo.

“¡No te dejes llevar, mocosa arrogante! ¡Estas arrinconada, si no entregas el grimorio, puedo prometerte que tu muerte no solo será lenta y dolorosa, sino que también será humillante y deshonroso!” bramo el anciano, mientras su mirada recorría los suaves muslos pálidos expuesto tras la ropa rasgada de Akari, dejando en claro a que se referia con una muerte “humillante y deshonrosa”. El viejo extensión su huesuda mano hacia Akari para ofrecer su ultima muestra de misericordia en honor y reconocimiento hacia la joven que por si sola, había eliminado a decenas de expertos reconocidos en todo el continente: “Dame el grimorio, y te prometo una muerte rápida y sin dolor alguna. Te reunidas con los miembros de tu clan en el otro mundo.”

Varios ancianos cultivadores estaban intentando llegar a un consenso, darle una oportunidad a esta joven pero talentosa mujer.

Si bien la habían perseguido, habían matado a sus seguidores y exterminado a todos los miembros del clan Zening, pero para estos ancianos que habían vivido cientos de años en la búsqueda del poder, esos actos de crueldad eran meros eventos sin importancia.

¿De que sirve los seguidores y los clanes cuando tienes la oportunidad de seguir viviendo?

¿Acaso no es ese el camino del inmortal? Perseguir la vida eterna sin importar las vías y lazos familiares que dejas atrás. Muchos de estos ancianos habían perdidos familiares en su búsqueda por alcanzar el poder, habían sufrido desgracia tras desgracia, sus clanes habían sido exterminados una y otra vez, pero… ¿acaso eso importaba?

Si pierdes a tus seguidores, ¿importa realmente?

Mientras sigas viviendo, podrás reunir cientos de nuevos seguidores, podrás levantar cientos de nuevos clanes, podrás tener cientos de descendientes.

Solo la vida eterna importa.

Solo el camino a la inmortalidad importa.

Entonces… 

Cuando estos viejos huesos le ofrecieron perdonarle la vida a esta joven pero talentosa chica, para muchos de ellos, esto era una muestra y un reflejo de la virtud que podrían dar. Te estoy permitiendo seguir viviendo, seguir tu camino hacia la inmortalidad, ¿Qué mas quieres?

Pero luego de que sus buenas intensiones fueran recibidas por una burda expresión de desprecio y odio por parte de esta joven talento, muchos de estos ansíanos temblaron de rabia.

¡Maldita mocosa arrogante!

¡Una vez que entregues el grimorio y descubra como ascender a la inmortalidad, me asegurare de darte una muerte dolorosa y lenta! ¡Lamentaras haber rechazado mi propuesta!







Comentarios

  1. https://startdriunracnovels.blogspot.com/2021/12/capitulo-00-capitulo-00-hace-20-anos.html

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  2. https://startdriunracnovels.blogspot.com/2021/03/prologo-de-despertar-en-la-selva.html

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