cap 1


“Takayuki-kun, ¿me estás diciendo en serio que ESTE es el resultado de una semana entera de práctica… después de que te ordenara rehacer el dibujo?”
Arakaki Reika cruzó las piernas con la solemnidad de un juez y lo miró como si acabara de cometer un crimen contra la humanidad.

Yo, Machida Takayuki, un glorioso mangaka novato de apenas 16 años, me encogí en mi asiento como un cachorro castigado.

Maldita sea… ¿por qué demonios mi vida se siente como un maldito reality show?

En teoría, yo era una promesa del manga. Mi obra maestra: un manga escolar harem-ecchi que mezclaba comedia y… bueno, mucho trasero. En la práctica… mi editor personal estaba a punto de asesinarme con la mirada.

Sí, hace dos meses Shūeisha me cazó como si fuera oro puro. Cientos de lectores gritando: “¡Más! ¡Más!”. Y yo sonriendo como un idiota feliz.

Ahora, mi “terrible problema existencial”:

[Problema detectado: Incapacidad para dibujar ecchi]
[Gravedad: Mortal para tu carrera]
[Consecuencia: Lectores enojados → Cancelación → Vida social = 0]

¡No jodan! ¡¿Cómo pierdo justo la habilidad de dibujar ECCHI?! ¡Es como si un pez olvidara nadar!

Podía dibujar paisajes, protagonistas, escenarios, todo… excepto la parte más importante: bragas, traseros y poses insinuantes. Cada vez que lo intentaba, la heroína terminaba pareciendo un fideo arrugado con cara de mosquito.

“Takayuki-kun…” —Reika me mostró el supuesto “dibujo ecchi”—. “¿Puedes explicarme cómo demonios lograste que esto sea PEOR que la semana pasada?”

¡Auch! Ataque crítico directo a mi orgullo!

En la hoja, lo que debería ser la heroína pidiendo un beso con un trasero glorioso y muslos seductores… parecía más bien una rana atropellada. Y el protagonista… bueno, era un mosquito antropomórfico.

“¡¿Qué demonios es esto?! ¡¿El protagonista fue exprimido por una maldita máquina de jugo?!”
Reika estaba enojada. Yo estaba sudando frío.

“Es que… tuve dolores de estómago…” respondí tímidamente.

“¡¿Y qué mierda importa tu estómago?! ¡Lo que me importa es que dibujes un maldito trasero decente!”

Nota mental: nunca subestimar a una editora cabreada. Nivel de Boss: [Final].

Yo bajé la cabeza, sintiéndome más patético que un NPC sin diálogo.

Reika suspiró y se inclinó sobre la mesa, tanto que pude oler su aliento fresco a menta.
“Dime la verdad, Takayuki.”

…Y así lo solté todo. Mi vergonzoso secreto: no podía dibujar ecchi.

Reika parpadeó como si acabara de escuchar una blasfemia.
“Entonces… ¿me estás diciendo que tu problema es que nunca has tocado a una chica?”

“¡¿Haaah?! ¡¿Qué clase de pregunta es esa?!”

“¡Responde!”

“Uh… hace diez años, en el jardín, ayudé a levantar a una compañera que se cayó en el cajón de arena…”

Silencio mortal. Yo solo podía escuchar cómo se quebraba el corazón de Reika.

“Hey, no me mires así. ¿Qué? ¿Acaso es pecado ser virgen nivel dios?”
Ding
[Título adquirido: Virgen Ancestral]

Yo, indignado, decidí contraatacar:
“¿Y usted, Reika-san? ¿Cuándo fue la última vez que tocó a un hombre?”

Error. ERROR.
La temperatura de la habitación cayó en picada. Reika-san literalmente se petrificó como estatua. Pude jurar que escuché el sonido de “crack” cuando le aparecieron grietas invisibles en la frente.

“¡Eso no importa! ¡El problema eres tú!”
Ding
[Daño mental recibido: -50 HP]

Reika golpeó la mesa. “¡Ya lo tengo! La única forma de recuperar tu habilidad ecchi es… ¡tener contacto físico real con chicas!”

Yo la miré con la cara más muerta del planeta.
“…Reika-san… si tuviera chicas con las que tener contacto… ¿cree que estaría en esta situación?”

Silencio. Ella procesó la verdad como si acabara de descubrir el final de Evangelion.

“Entonces… ¿no hay ninguna chica?”

“…Bueno, tres sí, pero…”

“¡¿Pero qué?!”

“Son mis hermanas.”

[Game Over].
Los ojos de Reika se apagaron en un instante.


Y así, tras una reunión que me bajó la moral más que cualquier calificación escolar, regresé a casa en el tren nocturno.
Al abrir la puerta, me recibió la escena de siempre:

“¡Onee-chan! ¡Deja de comportarte como una niña de primaria!”
“Mou~, Rika es tan mala~”
“¡¿Mala yo?! ¡Mira quién invade camas ajenas!”
“Umi-chan, ¿puedo dormir contigo?”
“No. Tus pechos son un arma de destrucción masiva. Puerta cerrada

Yo suspiré. Mis tres hermanas, que además eran mis asistentes, estaban en su rutina diaria de berrinches y caos.

Genial… esta es mi vida. Soy un mangaka famoso incapaz de dibujar ecchi… rodeado de tres hermanas que me vuelven loco. Y mañana, seguramente, mi editora decidirá otro plan diabólico para "curarme".

[Misión principal: Recuperar la habilidad de dibujar ecchi]
[Estado actual: Humillado + Confundido + Virgen nivel dios]


👉 ¿Quieres que mantenga siempre este formato “con paneles de Sistema” incluso en escenas más cotidianas (como la pelea con las hermanas), o que lo reserve solo para los momentos de crisis o humillación cómica del prota?

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