⌨ Capítulo 5
Para ser
sincero, la mención de algo mágico que había estado buscando no se presento de
la forma esperada. Pensé que podría encontrar informaciones sobre posibles
hechizos, lanzamientos de bolas de fuego, o incluso me4nciones de cultivación.
Pero nada de
ello apareció.
Simplemente apareció
la mención de un Barco Fantasma.
De alguna
forma, la sola mención de ello me hizo acordarme de aquella película de los
años 2000.
Era sin duda
algo mágico, fantasmal, pero mágico que se salía de lo normal.
Pero tampoco
me servía como algo verídico que me asegurase que la magia en este mundo existía.
Ya que era un
simple mito entre pesqueros.
De ello ha
habido muchos en mi anterior mundo, necesitaba algo mas verídico para asegurase
la existencia de la magia.
Tras esto, agradecí
a Lilia y me despedí.
Ya era de
noche cuando volví a mi habitación a dormir.
**
La mañana
siguiente desperté con el sonido de la lluvia golpeando sobre mi ventana.
Nuevamente casi
por mero instinto, moví mi mano hacia la mesita de luz que tenia al lado de mi
cama intentando apagar ese molesto “algo” que siempre sonaba y que ahora ya no
estaba allí. De rasque mi cabello despeinado mientras solté una ligera risa irónica,
siempre odie ese maldito despertador, y ahora comienzo a sentirme nostálgico.
Como
acostumbraba, Sebastián golpeo mi habitación al primer rayo de sol del amanecer
que se extendía por el horizonte. El campanario también sonó, anunciando el
inicio de un nuevo día.
Pero habiendo
aprendido de la anterior experiencia, para cuando Sebastián golpeo mi habitación
acompañado por unas sirvientas para servirme y arreglarme, yo abrí la puerta
con un bostezo.
La sirvienta
quisieron ingresar a mi habitación para arrastrarme, pero se quedaron
sorprendidas al verme ya vestido y cambiado.
“¿Joven amo,
se ha arreglado usted solo?” pregunto una de las sirvienta, sorprendida.
Por los
recuerdos del Loky original, entendí que no era costumbre de un noble vestirse
por su propia cuenta. De hecho, para ello estaban estas sirvientas, para
ayudarlos en sus tareas diarias.
El Loky
original crecido en este mundo, también solía delegar la tarea de cambiarlo y arreglarlo
a las sirvientas.
Por ello,
estas sirvientas encontraron extraño el peculiar cambio del joven amo.
Sebastián se
acaricio su curvilíneo bigote mientras me miraba con genuina intriga y
curiosidad.
Vi la lluvia
que golpeaba el ventanal del pasillo y comente: “Probablemente lloverá todo el
día hoy.” Volviéndome hacia Sebastián: ”la clase de hoy no se hará afuera,
¿cierto? ¿Dónde decidieron realizarla?” pregunté.
Sebastián se inclino
con gracia: “joven amo, la clase de hoy esta arreglada para llevarse a cabo en
el gran salón de visitas. Se han hechos arreglos para temporalmente convertirlo
en un salón de estudios.”
Asentí a
gusto, y comencé a caminar.
Sebastián me siguió
detrás.
Hoy si no
recordaba mal, la clase seria “Etiqueta y Nobiliario”
**
“¡Postura,
postura!” rugió el profesor, mientras se paseaba por el salón con las manos
cruzadas detrás de su espalda, como si fuese el dueño del lugar… quien sabe, quizás
lo creía. Su caminata de brazos detrás de su espalda provocando que su enorme
estomago sobresaliese mas de no normal y los botones de su traje estuvieran a
punto de explorar. Pero el profesor no parecía importarle ello: “¡La nobleza no
se trata solo de linaje! ¡Se trata de presencia! Un noble que no domina su
lenguaje corporal esta destinado a parecerse a un sucio vendedor de los barrios
marginales!”
Mientras el
profesor caminaba por el salón, Marcos, Lilia y yo estábamos parados con
espaldas rectas, cultivando nuestra postura. La idea es simple, tener una
espalda recta y firme que refleje su estatus alto y noble. Un viejo dicho dice
que un noble refinado y con buena educación, no puede tener una joroba encorvada
ya que carga sobre sus hombros el apellido de su noble casa.
Tener una
joroba curva significa que el peso de tu casa sobre tus hombros te sobrepasa y
no mereces tener dicho apellido, o por así decirlo, no estas capacitado para
ser noble.
En resumen,
espalda recta y firme, esa era la clase actual.
Mientras el
profesor pasaba por nuestro alrededor para confirmar que nuestras espaldas
estuviesen perfectamente alineadas, pude notar su andar algo torpe y su rostro
ligeramente enrojecido. Su mirada que paso por marcos como por mí, mostro desinterés
y hasta molestia, pero cuando paso por Lilia, su mirada se desviaba…
Fruncí el ceño
al ver esto.
…Este bastardo
acaso esta…
Sí, el bastardo
aunque fingía no hacerlo, podía notar con claridad que su mirada se detenía mas
veces de lo usual sobre los pechos de Lilia. Podía entenderlo, ya que la figura
de Lilia era bastante curvilínea y tenia buenos atributos. Pero que un gordo
feo y viejo como este tenga tal comportamiento indecente…
¡Mierda! ¿Dónde
quedo la “presencia y buen comportamiento” que estas enseñando? ¿acaso este
tipo realmente es profesor?
Sentí que la
sangre comenzaba a hervirme mientras mis puños se apretaron.
Por suerte el
profesor continuo caminando, pasando por marcos para mirar su postura, y luego cuando
se acerco a mí, su aliando a vino rancio me golpeo de lleno el rostro. Inconscientemente
di un paso atrás, estropeando mi postura.
“¡Joven Loky,
vuelva a mantener su postura!” bramo enojado el profesor.
Chasque mis
labios, mientras retome mi postura.
Marcos rio
mientras mantuvo una postura bastante peculiar, de pie con su espalda recta
como una espada mientras se cruzaba de brazos con galardia, casi como un caballero.
No voy a mentir, esa postura realmente le quedaba bien a este tipo.
Especialmente porque el tipo tiene una buena complexión muscular, su cuerpo
claramente esta entrenado, contrario a mi flacucho cuerpo delgado. Aparte que
al cruzarse de brazos con una mirada de plena confianza, los músculos de sus bises
se remarcan en su ropa.
Por el otro
lado, Lilia se mantenía derecha en silencio, sus ojos estaban atentos a las
palabras del profesor. Quizás entre los tres, ella era la que mas prestaba atención
a la clase. Algo normal tratándose de la collins mas estudiosa. Pero quizás por
estar poco acostumbrada a la interacción social fuera del ámbito familiar, ella
parecía no notar las inusuales miradas obscenas que el profesor le lanzaba de
vez en cuando pasaba cerca de ella.
“Ahora bien…”
dijo el profesor, frotándose las manos con una sonrisa engrasada y unas
mejillas enrojecidas producto de que claramente estaba algo ebrio. Habrá estado
bebiendo toda la noche. “No todo es saber inclinar la cabeza o saludar con
reverencia.” Comento el profesor, mirando a cada uno de nosotros mientras
agregaba. “Hay otras formas de etiqueta que deben dominar si desean ser
aceptados en la Real Academia Imperial y no dejar en vergüenza a su casa
Collins.”
Su mirada nos
miro a los tres, de izquierda a derecha pero finalmente deteniéndose en Lilia.
Luego, lentamente, el profesor enrojecido deslizo su mirada por la silueta de
Lilia, casi como si se lamiera los labios.
Su mirada era
claramente lujuriosa.
Y Lilia tenso
su cuerpo, finalmente parecía haberse percatado del tipo de mirada que estaba
mostrando el profesor.
“El baile.” Añadió
el profesor, alzando sus manos hacia los costados. “una herramienta social
crucial que todo noble debe dominar si quiere integrarse y no pasar vergüenza al
mundo social aristocrático. Obviamente, también requerida dominar ello si
quieren ingresar a la Real Academia Imperial.”
El profesor
dio un paso adelante y se inclino sobre su rodilla extendiendo su mano de dedos
cortos pero gordos hacia Lilia, era la típica pose de invitación a baile que solía
ver en películas y series, normalmente era una escena emotiva si no fuese
porque este tipo era un viejo gordo, calvo y de comportamiento obsceno: “Una
dama bien entrenada puede atraer a aliados mas valiosos que cien espadas, ¿no
es así, joven señorita Collins?”
Lilia bajo la
mirada, algo en su mandíbula se tenso.
Era obvio lo
que el profesor estaba pidiendo.
Quería
ofrecerle su mano para enseñarla a bailar.
“Yo…” la vos
de Lilia tartamudeo, se escuchaba pequeña como el silbido de un mosquito. “estaré
encantada de aprender, profesor.”
Asintiendo
feliz, el profesor se levanto y se acerco un poco mas, fingiendo enseñar pero
su mano tembló al detenerse demasiado cerca de la cintura de Lilia. Aprete mis
puños, y finalmente no pude seguir viendo esta farsa. Aunque soy un
transmigrado de otro mundo, y no soy el original Loky Collins, tengo sus
recuerdos integrados a mi memoria. Guste o no, ahora parte de mi parecía ver a
Lilia como mi hermana real.
Las palabras
del profesor parecían educadas, pero cada frase iba envuelta en una capa de viscoso
interés. Y Lilia, aunque quería estar a la altura de la situación, se veía
claramente incomoda. Aquella sonrisa divertida que había visto ayer en nuestra
charla, no se veía por ningún lado, ahora solo estaba un rostro tenso e
incomodo, con una voz pequeña y apagada.
“He notado
señorita Lilia, que pese a las tareas encomendadas por su padre, usted tiene un genuino y gran interés en
ingresar a la Real Academia Imperial. Si usted gusta, podría darle clases partículas.
Las damas necesitan de un entorno mas… intimo para florecer.” Agrego el gordo
con rostro rojizo y sudoroso.
¿Intimo?
¡Este hijo de
perra!
Finalmente rompí
mi postura y di un fuerte paso delante, rompiendo la armonía perfecta de la
clase. Sonreí, de oreja a oreja mientras me acerque al sorprendido profesor. El
profesor se sorprendió y se asusto, estoy seguro que mi sonrisa ahora mismo
luce bastante aterradora. Mi rostro sonríe,. Pero mis ojos lo atraviesan a ese
cerdo casi como la mirada fría de una espada.
“¡Oh,
profesor! Que privilegio debe ser para Lilia recibir sugerencias tan noble
de un profesor reconocido y famoso como usted” dije en claro sarcasmo y enojo.
El profesor
dio otro paso atrás, pero dándose cuenta que delante de él solo tenia a un
mocoso de apenas 13 años, so rustro enrojeció aun mas con vergüenza, y grito
molesto:
“¿Tienes algo
que añadir, joven Loky? Esta clase es sobre etiqueta, no para que los pueblerinos
jueguen al sarcasmo y la fanfarronería. La señorita necesitara de estas
habilidades tanto como usted y su hermano para resaltar en las reuniones
sociales de la alta nobleza. No aprenderlas como es debido, dejara en vergüenza
a su apellido.”
“Oh, disculpe.
Es que me sorprendió ver tanta pasión por la enseñanza. Tan cerca que
por momento, me dio miedo que detrás se escondieras otras vulgares intensiones
digna de un cerdo asqueroso.” Le respondí, aun sonriendo.
El profesor tembló
violentamente mientras su rostro se volvió un tomate en ebullición. “¡Tú,
mocoso…!” dio un paso hacia mi, casi haciendo temblar el suelo debido a su abultado
peso. Sus manos se apretaron en puños sin nudillos.
“¡Mocoso
insolente!” grito en furia, mientras avanzó: “¡No tienes idea de con quien
estas hablando!”
“Claro que sí”
replique, mi sonrisa aun intacta: “estoy hablando con un cerdo que se disfraza
de maestro.”
Cuando parecía
que el profesor se iba a lanzar sobre mí, y yo me prepare para defenderme y
atinarle un puñetazo en su feo rostro, una hoja de madera cruzo el aire y se
detuvo justo delante de la nariz del profesor.
Las pupilas
del profesor se comprimieron mientras observo la espada de entrenamiento que
estaba a un centímetro de su nariz, casi podía sentir el espesor de la madera
en su rostro.
Una mano firme
sostenía la espada.
Marcos.
“Ni un paso
más, profesor.” dijo Marcos, con voz dura como una piedra. “recuerde donde
está. Esta es la casa collins. Usted es nuestro invitado. No lo olvide.”
Los tres lo
miramos al profesor. Lilia seguía callada, pero ahora estaba mas erguida, sintiéndose
mas segura de que pese a todo, tanto marcos como yo estábamos allí. Yo aun sonreía.
Y marcos… marcos parecía realmente dispuesto a romperle los dientes al profesor
si daba otro paso adelante.
El profesor
trago saliva. La sangre se le fue del rostro. Parecía que el alcohol que había
estado afectando su cabeza finalmente se calmo del susto, y el gordo volvió en
si mismo, poniéndose pálido. Dio un paso atrás, carraspeando con torpeza y se
paso un pañuelo por la frente.
“Ha sido… un
malentendido.” Balbuceo,” una broma de mi parte. Por supuesto. Solo… educación
rigurosa.”
El profesor rio
como intentando calmar el ambiente.
Pero nadie mas
lo hizo.
“creo que e
suficiente por hoy” anuncio, recogiendo sus papeles,” la lección termina aquí. Vuelvan
a estudiar sus trabajos sobre etiqueta. Y… recuerden lo aprendido.”
Mientras se
marchaba casi como un ratón huyendo de la escena, su andar ya no era tan
soberbio como al inicio de la clase. Casi parecía mas pequeño y mas torpe.
Simplemente patético.
Cuando la
puerta se cerro tras él, el silencio se apodero del salón.
Yo solté un
suspiro.
“Gracias.” Murmuró
Lilia, apenas audible.
Marcos bajo su
espada de madera y se lo coloco al hombro.
“No lo hice por
ti,” dijo Marcos.” Lo hice por el apellido Collins. No vamos a permitir que un
cerdo lo insulte.”
“de todas
formas, gracias.” Repitió Lilia.
Yo solo asentí.
Por primera
vez en mucho tiempo, los tres de alguna forma habíamos estado de acuerdo y
casi… casi, actuado como hermanos que realmente se cuidan los uno a los otros.
2211p
Bastante bueno, se muestra q los hermanos pese a no ser cercanos,se defienden.
ResponderBorrar